Guerrero: la muerte se reproduce

Guerrero: la muerte se reproduce
Por:
  • larazon

Salvador Camarena

Como desde siempre se ha sabido en el México rural, hay muertos que regresan a importunar a los vivos.

Eso pasa con Guerrero, el estado que, de no ser porque los incendios de otras entidades reclaman nuestra atención, tendría a todo el país preguntándose qué hacer con esa entidad, donde al no haber justicia la muerte se reproduce.

La semana pasada la violencia de Guerrero se impuso de nuevo en la agenda mediática. El atentado en contra de un empresario y su familia en las inmediaciones de Chilpancingo, con saldo de una mujer fallecida, desplazó por unos momentos el foco de la cobertura de la prensa nacional, que este año ha sido prácticamente toda para Michoacán.

La emboscada a Pioquinto Damián Huato, líder local de la Cámara Nacional de Comercio, el martes pasado no fue ni con mucho un incidente aislado y ni siquiera fue el único de notoriedad ocurrido ese día, cuando también sufrieron un ataque Pilar Noriega y Nicomedes Fuentes García, de la Comisión de la Verdad de Guerrero.

El relato de lo que les pasó a Noriega y a Fuentes García es suficientemente elocuente. Ella lo describió así: “De repente escuché un tronido muy fuerte, y en eso Nicomedes, quien manejaba la camioneta, me dijo: ‘es un balazo’. Nos dimos cuenta entonces que del lado de Nico se nos había emparejado un carro compacto gris y unos hombres nos estaban encañonando para que nos detuviéramos”. Tras chocar en un par de ocasiones con los agresores, la camioneta cayó en una cuneta. Los comisionados huyeron al cerro, en “donde pasaron la noche escondidos entre los matorrales”. A pesar de que la camioneta estaba rotulada, y que dejaron las llaves pegadas, cuando la policía encontró el vehículo no hizo nada por buscarlos (citas tomadas de Proceso número 1944).

Por varias razones, el miedo de Noriega y Fuentes no es infundado. Para empezar, porque según algunos recuentos, en 2013 fueron 15 los líderes sociales asesinados en aquella entidad. Otra razón es porque esos defensores saben bien que transitar por carreteras guerrerenses es un motivo de gran riesgo: en la más reciente Encuesta de Victimización del Inegi (ENVIPE 2013), Guerrero es líder en el porcentaje de población que se siente inseguro en carreteras con 80.6% de respuestas en ese sentido (en el Edomex son 72.4% y en Morelos 74.1%). Siguiendo con lo que revela la encuesta ENVIPE, Guerrero es el estado con más porcentaje de delitos no denunciados ante el Ministerio Público con 92.2% (la media nacional es 87.1%).

“Si Guerrero fuera un país aparte, hoy sería visto como lo fue Colombia en los años ochenta, como un territorio sin ley, sometido por las bandas criminales y los escuadrones de la muerte. Así de grave y perturbadora es la destrucción de las instituciones que experimenta Guerrero en este momento. El Estado de derecho, la ley y la justicia son convencionalismos de papel sin reflejo en la vida diaria”. Esta cita no es de este año, ni siquiera del anterior. Es del 2010, y pertenece al libro Un asesinato político. El homicidio del diputado Armando Chavarría y la nueva guerra sucia en Guerrero, del periodista Tomás Tenorio Galindo.

¿Será que ya dimos por perdido a Guerrero y que por eso no nos sorprende la impunidad ahí de crímenes contra líderes sociales, políticos, activistas, estudiantes…?

salvador.camarena@razon.mx

Twitter: @salcamarena