Guerrero: “un problema”

Guerrero: “un problema”
Por:
  • Carlos Urdiales

Hace años que Guerrero destaca en medios e informes sobre seguridad nacional por la mezcla de marginación y violencia. Los municipios con el menor Índice de Desarrollo Humano, más pobres del país, están ahí, primero Metlatónoc, después Cochoapa el Grande.

Desde 1995, con la matanza de 17 campesinos en el vado de Aguas Blancas, hasta septiembre de 2014 con la desaparición de los 43 normalistas en Iguala, Guerrero acumula agravios y tragedias que se repiten una y otra vez, gobiernos pasan, se caen o los tiran, sin que ello signifique remedio alguno, mínimo.

Este fin de semana, la noche del sábado, se suscitó “un problema” en una fiesta de 15 años en la localidad de Cundancito, región de Tierra Caliente, colindante con Michoacán; el saldo, 11 personas muertas, asesinadas. Las autoridades más próximas acudieron al lugar, fueron recibidas a balazos, no llegaron. Más tarde, efectivos de la policía ministerial y elementos del Ejército lo intentaron, corrieron la misma suerte.

El domingo, una pareja de recién casados iba por carretera hacia Ixtapa-Zihuatanejo a pasar su luna de miel, tomaron la autopista que conecta al Estado de México con la región de Tierra Caliente y Costa Grande, pasaron cerca de Cundancito, el testigo cuenta que un grupo de hombres armados les dispararon, ella de 25 años, enfermera del IMSS, murió en el lugar, él, ahora viudo, está hospitalizado.

El 21 de enero, la Secretaría de Gobernación y el Gobierno del estado, a petición expresa del gobernador Héctor Astudillo, anunciaron la ampliación de la estrategia de seguridad a municipios como Chilapa, Zitlala y Teloloapan con más efectivos de la Policía Federal y de la Secretaría de la Defensa Nacional.

En Chilapa de Álvarez, donde en mayo pasado de-saparecieron 16 jóvenes, se construye un nuevo cuartel militar para ampliar la vigilancia en los municipios de la zona centro y montaña baja.

Guerrero, según el Informe de Víctimas de Homicidios, Secuestro y Extorsión de 2014, es la entidad con la cifra más alta de homicidios dolosos: 48 casos por cada 100 mil habitantes, la media nacional es de 12.

Por su parte, el presidente de la Coparmex-Chilpancingo, Adrián Alarcón, dice: “nos ha ido muy mal en Guerrero… la economía de nosotros, de los empresarios, de los que todavía hacemos negocios en la capital de nuestro estado… nos estamos mal acostumbrando, como ver cuántos ejecutados amanecen cada día, cuántos asaltos a mano armada, cuántos levantados, cuántos extorsionados, secuestrados, asesinados, además de fosas clandestinas, escuelas cerradas, robos de vehículos, robos de casas, robos a negocios, la verdad que nos ha ido muy mal”.

A Guerrero los discursos le quedan cortos. Si la máxima de que no hay poder mayor a la determinación, capacidad y voluntad de gobierno y sociedad, es aquí donde debe demostrarse que tal aseveración, tiene fundamentos.

urdiales@prodigy.net.mx

Twitter: @CarlosUrdiales