Hacia la seguridad hídrica

Hacia la seguridad hídrica
Por:
  • Obdulio-Avila

Agua Capital es una iniciativa que encabeza Juan Pablo Del Valle, cuyo objetivo es la seguridad hídrica, que en sus palabras es la satisfacción de “las necesidades domésticas y de saneamiento eficiente” para apoyar las actividades productivas, y contar con un suministro de agua de calidad.

Agua Capital tiene como estrategia combatir la sobreexplotación del acuífero, proteger y recuperar zonas de recarga a través de infraestructura verde, promover el uso eficiente del agua, planear soluciones que estén basadas en la naturaleza, así como fomentar la inversión e innovación para el tratamiento y reúso del agua residual tratada.

La  organización desarrolló un modelo de colaboración con la Universidad de Nueva York para cuantificar los costos asociados a los problemas del agua en la Ciudad de México.

Juan Pablo Del Valle es un capitalino egresado de la Anáhuac y Harvard, que además de sus conocidas  actividades empresariales en el ramo inmobiliario y en el petroquímico, participa en actividades relacionadas con el desarrollo sostenible.

Del Valle también es miembro de Méxicos Posibles, un grupo que nace como una respuesta a la necesidad de fortalecer las instituciones, la cultura de la legalidad y el Estado de derecho en nuestro país, para enfrentar la grave crisis de ilegalidad, inequidad e inseguridad; el método de trabajo de ese grupo es a través de la planificación transformadora por escenarios de Reos Partners.

Parece una venganza de la naturaleza que la antigua Tenochtitlán, construida sobre un lago, deba plantearse una estrategia para su seguridad hídrica. La llamada Venecia americana por los conquistadores españoles, la capital virreinal que sufría inundaciones,  y la que en el México independiente sufre aguaceros torrenciales en la temporada de lluvias; presenta serios problemas en el abastecimiento del líquido vital.

Nuestra ciudad no escapa de los dos retos comunes a todas las metrópolis mexicanas, agua y movilidad. Urbes secas en el período de estiaje y varias de ellas con escasez continua durante todo el año y colapsadas vialmente, ante la falta de infraestructura y un transporte público eficiente, accesible y de calidad.

La trágica experiencia de Ciudad del Cabo, Sudáfrica, que es la primera urbe del mundo en quedarse seca, es un espejo para prevenir una tragedia en nuestro país. La corrupción, la urbanización acelerada y sin planeación,  fueron  contribuyentes eficientes del desastre.

En la ciudad se ha dado desde hace lustros un uso político, clientelar y electoral del agua. Todavía hace unos años, un decreto local priorizaba tarifas de cobro diferenciadas, siendo sumamente beneficiadas con pagos menores, colonias en las que la rentabilidad electoral era alta para López Obrador y Ebrard.

El investigador universitario, Óscar Monroy, mencionó que en fugas en la red hidráulica se pierde la misma cantidad de agua que se extrae del Sistema Cutzamala. Hace 20 años la pérdida en fugas rondaba el 40 por ciento.

¡Bienvenida Agua Capital! En una ciudad que nunca debe estar seca de talento ni de agua.