Homofobia: Australia y México

Homofobia: Australia y México
Por:
  • mauricioi-columnista

La concepción más difundida en México acerca de los derechos humanos los supone como propios de la calidad de persona. La base de esta perspectiva señala que todos los seres humanos tienen los mismos derechos. Si estos derechos fueran iguales para todos, los casos en los que el matrimonio entre personas del mismo sexo ha sido sometido a plebiscitos populares serían inexplicables.

Esto pasó en Irlanda en 2015 y acaba de suceder la semana pasada en Australia. Durante un proceso que duró dos meses, los electores australianos respondieron una pregunta simple: “¿Debe cambiarse la ley para permitir casarse a las parejas del mismo sexo?”. El debate fue muy áspero. Fueron publicadas planas en los diarios advirtiendo acerca de las amenazas que tendrían los derechos parentales y la libertad de expresión si el matrimonio igualitario era aprobado. La Iglesia anglicana de Sydney regaló un millón de dólares a la campaña del No, mientras que la misma cantidad fue otorgada a los partidarios del Sí, gracias a la donación del gerente gay de una línea aérea. Finalmente, los resultados de la consulta se dieron a conocer el pasado 15 de noviembre. Aun cuando la participación no era obligatoria, cerca de 80 por ciento del padrón de 16 millones de votantes respondieron a la interrogante planteada. Casi 62 por ciento de los australianos se manifestaron positivamente, mientras que 38 por ciento lo hizo por la negativa. El voto positivo prevaleció en los seis estados australianos, así como en los dos territorios más importantes. El primer ministro Turnbull se comprometió a legalizar los matrimonios igualitarios antes de la Navidad.

Mientras Australia se suma a los países donde el derecho al matrimonio entre personas del mismo sexo es reconocido, en México tuvieron lugar varios hechos que evidencian lo enraizada que se encuentra la homofobia en nuestra sociedad. El primero es el lamentable grito de “eh puto”, expresado como insulto, no en un estadio deportivo ni por la afición futbolística, sino por cinco diputadas del PRI, que el 10 de noviembre reaccionaron así ante acusaciones de corrupción hechas desde la tribuna por un legislador de Morena. Siendo un asunto penoso, es importante señalar que la homofobia no es monopolio del tricolor. El 16 de noviembre, durante una gira en Monterrey para obtener votos y contender como candidata independiente a la Presidencia, Margarita Zavala expresó su negativa a ser filmada por una pareja de lesbianas, a quienes aclaró que para ella matrimonio es únicamente entre hombre y mujer, y “lo demás habrá que revisarlo”. Vale la pena recordar que la exprimera dama se graduó como abogada con una tesis relativa a la CNDH. Queda claro que para la jurista Zavala, los matrimonios entre parejas del mismo sexo no están incluidos entre los derechos humanos.

Al suponer la igualdad de los derechos humanos se incurre en un relativismo político. Pensando en las elecciones de 2018, los mexicanos debemos meditar cuál es la opción política que garantiza de mejor manera las libertades que ya gozamos.