ITAM, 70 aniversario

El pasado 1 de julio se cumplieron 70 años de la fundación del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM). Van algunos comentarios sobre una de las principales instituciones de enseñanza superior del país, que ha sido fundamental en la formación de diversos cuadros de excelencia, sin los que no se podría entender el México de hoy.

 Historia. El 29 de marzo de 1946 la Asociación Mexicana de Cultura —que reunía a banqueros y empresarios de la época, bajo el liderazgo de Raúl Baillères— dio origen al Instituto Tecnológico de México, con el propósito de “hacer de la educación superior el motor del cambio industrial y económico de México”. Meses más tarde el ITM abrió sus puertas, el 1 de julio. En La Palma 518 fueron las primeras instalaciones, en las que se alojaron la Escuela Preparatoria (que cerraría en 1954) y la Escuela de Administración de Negocios. Albergaría apenas a una cincuentena de alumnos en sus inicios. En 1963 el ITM obtuvo por decreto presidencial su autonomía y el rango de escuela libre universitaria. Si bien desde 1969 ya se ostentaba como ITAM, es hasta 1985 que por acuerdo de la SEP se permite el uso oficial del nombre. En marzo de 1978 el ITAM se muda a su actual ubicación en el barrio de San Ángel, Río Hondo 1.

A las carreras iniciales (Economía, Administración y Contaduría) se fueron agregando en los años setenta Matemáticas Aplicadas y Ciencias Sociales —que luego se transformaría en Ciencia Política— y, en los ochenta, Actuaría, Derecho y Computación. En los noventa abrieron Relaciones Internacionales, el boom de las ingenierías y el campus de posgrados, en Santa Teresa 930.

 Liderazgos. Durante décadas los egresados del ITAM se han caracterizado por encontrar soluciones técnicas a los problemas del país, por dirigir instituciones, por fijar el debate público y por preparar cuadros para la investigación y la docencia. A reserva de ser extraordinariamente simplista con todo el talento que ha pasado por las aulas del ITAM, va una brevísima selección de personajes: María Asunción Aramburuzabala, Pedro Aspe, Javier Beristáin, Felipe Calderón, Enrique Cárdenas, Agustín Carstens, Salomón Chertorivski, Ernesto Cordero, Arturo Fernández, Rafael Fernández de Castro, Francisco Gil, Gerónimo Gutiérrez, Alejandro Hernández, Daniel Karam, Isaac Katz, Georgina Kessel, Alonso Lujambio, Ana Laura y Beatriz Magaloni, Miguel Mancera, Carlos McCaden, José Antonio Meade, Alejandro Moreno, Gustavo Petricioli, Alejandro Poiré, Vidal Romero, Pedro Salazar, Natalia Saltalamacchia, Rodolfo Vázquez y, por supuesto, Raúl y Alberto Baillères González —actual presidente de la Junta de Gobierno del ITAM—. En los respectivos ámbitos del servicio público, la academia, organizaciones sociales o empresariales en que incursionaron han sido un referente.

 Misión y visión. Por su sólida planta docente, oferta de licenciaturas, ingenierías, programas de posgrado y centros de investigación y preparación de los estudiantes, no hay indicador de calidad en el que el ITAM no salga entre las mejores universidades del país y de América Latina. El ITAM busca “la formación integral de la persona y el desarrollo de una sociedad más libre, más justa y más próspera”. Creo que lo ha logrado destacadamente.

Una gran institución que ha hecho un enorme beneficio al país y a la cual me siento profundamente orgulloso de pertenecer.

hvives@itam.mx

Twitter: @HVivesSegl