Josefina anula su voto

Josefina anula su voto
Por:
  • larazon

Salvador Camarena

Mes con mes, la sociedad mexicana ha contemplado sin mucho interés la destrucción del que fuera el partido de oposición más importante del país. Nos hemos acostumbrado a pensar en el Partido Acción Nacional como uno en crisis. Esta es una pésima noticia para todos, panistas o no. El destino de esa institución política es tan importante que debiéramos combatir la idea de que el blanquiazul es un desastre sin remedio a la vista.

Aunque el inicio de la actual crisis del panismo puede marcarse en 2007, cuando el calderonismo maniobró de fea manera para echar de la presidencia de ese organismo a Manuel Espino, no hay ninguna certeza de que la próxima renovación del Comité Ejecutivo Nacional signifique el inicio de la pax panista.

Los enconos han escalado a tal nivel que más que adversarios, los panistas parecen enemigos unos de otros.

Encima, la renuncia de Josefina Vázquez Mota a la competencia, anunciada el miércoles, deja al PAN en el peor escenario posible: será un choque de trenes protagonizado por los bandos de Gustavo Madero y Ernesto Cordero.

Se antoja difícil que el gran número de militantes panistas que no quieren a Madero sea suficiente para que Cordero gane. Lo anterior incluso a pesar de que el senador puede tener de su lado a la ultraderecha representada por Juan Manuel Oliva. Esto no supone un contrasentido. Cordero puede salir mejor en las encuestas internas, pero eso no significa que tiene ya los votos en la mano. La operación política hace fácil pronosticar un triunfo de Madero.

El problema es que Madero puede vencer, pero no va a convencer. Nadie le concederá a su triunfo la calidad suficiente como para que el chihuahuense se vuelva, tras el 18 de mayo, el factor de cohesión que le urge al panismo. Su eventual reinstalación en la presidencia será completamente pírrica.

En sentido contrario, si con todo en contra Cordero lograra ganar, el encono cultivado durante largo tiempo seguirá ahí, y los maderistas le complicarán la vida al senador tanto como los calderonistas, con Ernesto a la cabeza, han intentado con el actual líder del PAN.

Por eso la jugada de Josefina Vázquez Mota, concretada en su anuncio de esta semana de que se retiraba, suena a buena idea. La ex candidata presidencial ha levantado su capital de una arriesgada apuesta. Y con ello a Josefina se le abren nuevas opciones, ninguna de ellas mala.

La más inmediata: la noche del 18 de mayo puede constituirse, sin haber competido, en un gran factor en la balanza de una elección cerrada pero medianamente limpia. En caso contrario, si la renovación de la dirigencia panista se vuelve un cochinero, entonces Josefina estará al margen del mismo, y podría encabezar una corriente que haga valer su peso para forzar a los rijosos a pactar alguna solución.

Si no estuviéramos tan acostumbrados a la crisis del PAN, esta semana con la renuncia de Fernando Elizondo al mismo, y con el autodescarte de Josefina, el panismo se habría cimbrado. Pero enfangados como están los panistas, ahora sólo resta pensar que quizá Josefina tuvo la mejor decisión en mucho tiempo, y que su estrategia podría resultarle tan útil a ella como a su partido si las cosas siguen empeorando.

salvador.camarena@razon.mx

Twitter: @salcamarena