La democracia monitoreada

La democracia monitoreada
Por:
  • rafaelr-columnista

John Keane, profesor de teoría política en la Universidad de Sidney y estudioso de Thomas Paine, publicó hace una década un libro fundamental para el debate contemporáneo, The Life and Death of Democracy (2009), que ahora traducen y editan el Fondo de Cultura Económica y el Instituto Nacional Electoral. Se trata de un volumen tan sustancioso como bien escrito que pareciera la lectura más recomendable de este verano para políticos, ciudadanos y habitantes de México.

Desde el título, una de las tesis de Keane es que las democracias no son imperecederas. Si no reforman cíclicamente sus instituciones y si no involucran de manera constante a la ciudadanía, pueden desaparecer. Pero el voluminoso tratado es algo más: una historia exhaustiva de los experimentos democráticos desde la antigüedad hasta el siglo XXI. Una historia tan atenta al avance de la igualdad y la libertad en los gobiernos populares como a sus sucesivos obstáculos.

Keane comienza desmitificando los orígenes atenienses de la democracia. No fue en Grecia sino 2000 años antes, en Siria y Mesopotamia, cuando aparecen las primeras asambleas con elementos de autogobierno. Pero tampoco la democracia ateniense fue como la describen sus apologetas. No era tan “directa” porque estaba mediada por el Areópago y otras instituciones, además de que su carácter excluyente era determinado por la esclavitud y el patriarcado.

Con las revoluciones modernas de los siglos XVII y XVIII, la humanidad pasó del largo periodo de las democracias asamblearias a la nueva fase de la democracia representativa. La “era de la representación” produjo una verdadera “revolución a favor de la igualdad política y social”. La lenta y progresiva extensión del sufragio a las mujeres, las minorías étnicas y otros grupos excluidos describe un proceso de completamiento de la lógica representativa que, a fines del siglo XX, consumará su etapa de mundialización.

Keane observa que, desde la antigüedad, la democracia ha mostrado una gran capacidad de asimilación fuera de Occidente. El tópico del “despotismo oriental” es severamente cuestionado en este libro, que apunta más bien a la idea de que la diversidad de formas democráticas es mayor que la de los autoritarismos y totalitarismos. Keane, que ha estudiado el caso chino en otro libro, de título intrigante, When Trees Fall, Monkeys Scatter (2017), piensa que la única barrera infranqueable de la amplia gama democrática son los totalitarismos.

La emergencia de regímenes híbridos en el siglo XXI, semiautoritarios o semidemocráticos, se ve contrarrestada por el surgimiento de un tercer tipo de democracia, que Keane llama “monitoreada”. La diversificación y fortalecimiento de la sociedad civil conducen a formas políticas no centradas únicamente en la relación entre el individuo y el Estado.

La ciudadanía y sus comunidades se vuelven actores centrales que monitorean y controlan los impulsos autoritarios del gobierno democrático.