La inflación y el petróleo

La inflación y el petróleo
Por:
  • larazon

Irasema Andrés Dagnini

La historia no ha cambiado en muchos meses, la Reserva Federal de Estados Unidos acapara la atención de los inversionistas, a la espera de que anuncie un aumento en su tasa de interés de referencia este año. La decisión ahora depende de la inflación.

Y en tanto llega la siguiente reunión de Mercado Abierto de la Reserva Federal (Fed), el mercado financiero local inició la semana con movimientos moderados, a la espera de contar con nuevos datos económicos.

Pero hay mucho por analizar. Las cifras del mercado laboral estadounidense muestran una recuperación considerable en el año, con una tasa de desempleo de 5.3%, por debajo del objetivo que busca el banco central (Fed) desde el año pasado, y que inclina la balanza para que la Fed anuncie su primer incremento en tasas, en más de nueve años, en septiembre; sin embargo, la inflación (referente del consumo), el otro factor fundamental que se planteó la autoridad monetaria para normalizar su política monetaria, sigue por debajo del objetivo de 2%, en 1.3%, y detrás de ella se encuentran los bajos precios de las materias primas y la inexistencia de incrementos salariales.

El alza salarial debería garantizar mayor ingreso familiar y mayor consumo, sin embargo, los estadounidenses, quienes gustan de vacacionar en primavera, han optado por permanecer en casa en julio, lo cual refleja que no se sienten satisfechos con sus ingresos.

Por otro lado, existe otro factor que podría postergar la normalización de la política monetaria estadounidense a diciembre, o a principios de 2016, y ese es el bajo precio de las materias primas, pero en particular el del petróleo, un recurso que está implícito en la cadena productiva y no permite que suba la inflación.

De hecho, JP Morgan comentó ayer que considera posible que el precio del crudo toque nuevos mínimos en 2015, derivado de un auge en el mantenimiento estacional de refinerías en octubre, y estima que el precio del Brent se ubique entre 54.50 y 52.50 dólares por barril y entre 48.50 y 46.50 el barril de West Texas Intermediate, para éste y el próximo año, respectivamente.

Es importante destacar que el mercado energético cuenta con un amplio stock, y que la desaceleración de la economía china también presiona los precios.

 La decisión de subir o no las tasas de interés aún es incierta, aunque mantengo la idea de que se concretará el primer incremento en septiembre, porque habla de la salud y estabilidad de la primera economía del mundo.

Previo a la reunión del Mercado Abierto del 17 de septiembre, se presentarán dos informes de precios, el 19 de agosto y 16 de septiembre, los cuales seguramente influirán en las votaciones de los miembros del Comité.

irasema.andres@3.80.3.65

Twitter: @IrasemaAndres