La nueva cara de Hamas

La nueva cara de Hamas
Por:
  • gabriel-morales

Esta semana, en un acto sin precedentes, Yahya Sinwar, el líder político de Hamas en la Franja de Gaza, concedió una entrevista al principal periódico israelí Yediot Aharonot (Las Últimas Noticias). El hecho de que eligiera a este periódico y no a Haaretz, el periódico de izquierda, señala claramente que el objetivo de Sinwar fue mandar un mensaje no a los líderes israelíes, sino al público israelí.

En la foto en la primera plana del periódico se puede ver a Sinwar sentado junto a la periodista Francesca Borri; en el fondo se observan cuatro banderas palestinas y ninguna bandera de Hamas. Esto no es una coincidencia. El mensaje durante la entrevista, al igual que en la foto, sugiere que Hamas está dispuesto a poner en segundo plano sus intereses partidistas y en primer plano el bienestar de la nación palestina.

Después de años de promover la lucha violenta, meses de conflictos internos entre Hamas y la Autoridad Palestina, de semanas de conflictos entre jóvenes palestinos y fuerzas de seguridad israelíes en la frontera de Gaza, y del cierre de la frontera de la Franja, la población palestina se encuentra en una situación de crisis humanitaria.

Durante las primeras semanas la respuesta de Hamas fue incrementar su retórica y acciones violentas. Sin embargo, en la entrevista, Sinwar dio un giro de 360 grados. Por primera vez, y frente a los medios israelíes, el líder reconoció públicamente que Hamas es débil y que su ala militar no puede enfrentarse a las fuerzas israelíes; además dijo que una nueva guerra va en contra de los intereses de los pobladores de Gaza. Más aún, mostró algo que ningún líder de Gaza había expuesto anteriormente. Habló del sufrimiento de los pobladores, y en especial de los niños, tanto en Gaza como en Israel, y públicamente dijo que la oposición de Hamas en 1995 a los Acuerdos de Oslo fue un error histórico.

Sinwar se mostró ante los israelíes como un líder dispuesto a negociar y con sentimientos.

La entrevista tendrá seguramente un enorme costo político para Sinwar dentro de Gaza, no sólo porque aceptó la debilidad de Hamas, sino porque las alas más radicales de Hamas y varios grupos de extrema derecha palestina se oponen férreamente a cualquier concesión.

Si Sinwar llegó a este extremo es porque no existe otra salida para la población civil, y no por su buena voluntad —Sinwar estuvo preso por años en Israel con cargos de terrorismo—. El hecho de que Hamas parezca ahora como un partido moderado es un buen signo; sin embargo, esto significa que a la derecha de Hamas han surgido nuevos movimientos que, de tomar el poder, garantizarían una guerra civil sin césar.

Si Sinwar es serio, deberá regresar la mesa de negociaciones y completar la tregua con la Autoridad Palestina. Sólo entonces podrán negociar con Israel el fin al bloqueo. El cambio en Hamas presenta de nuevo una oportunidad histórica, sin embargo queda por ver si hay acciones y no sólo palabras y si el liderazgo israelí sabe aprovechar esta oportunidad y regresar a la mesa de negociaciones, lo que parece poco probable.