La zanahoria de AMLO a la CNTE

Fracaso anunciado, la marcha convocada por la CNTE en la CDMX, el domingo, Día del Maestro, para protestar contra la Reforma Educativa e iniciar un paro indefinido de labores. Aunque tienen expectativas de que vendrán miles de profesores, lo cierto es que si llegan a mil lo considerarán un triunfo.

Ni siquiera la alianza de la oaxaqueña Sección 22 con AMLO está levantando el ánimo rijoso de la Coordinadora y, mucho menos, de sus integrantes, que ya vieron cumplidos descuentos y despidos a consecuencia de inasistencias a las aulas y evaluaciones docentes, como marca la reforma.

La realidad es que el Ayatola de Macuspana no va a retribuir a esa alianza como espera la CNTE. Él sólo pretende que le den sus votos los maestros, no apoyarlos en sus movilizaciones.

Los trae como la zanahoria al burro, con el cuento de que regresará a los centistas el control de la educación si su candidato al gobierno de Oaxaca, Salomón Jara, gana la elección. Y como no va a ganar, les dirá que cuando él gane la Presidencia de la República lo cumplirá, para asegurar un voto duro dentro de dos años.

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Irreductible resultó el dirigente del PAN, Ricardo Anaya, en su postura respecto al Sistema Nacional Anticorrupción que se discute en el Congreso. El joven maravilla dio a conocer ayer tres temas en los que, dijo, no cederá. Los llamó posiciones “irreductibles”:

1.- Que se aprueben las siete leyes secundarias.

2.- Que se convoque a periodo extraordinario para votar el Sistema Nacional antes del 28 de mayo.

3.- Que las declaraciones patrimoniales sí sean públicas, en los términos en que lo ha propuesto la sociedad civil organizada particularmente en la iniciativa 3de3.

Un día antes Anaya había salido a desmentir que su bancada en el Senado se haya sumado a la iniciativa del PRI-PVEM sobre la 3de3, como lo había informado su propia senadora Marcela Torres Peimbert.

Así que el tema sigue atascado. Pero ahora peor, con posiciones “irreductibles”.

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En lo oscurito negoció el gobierno de Egipto las indemnizaciones a las familias de los ocho turistas mexicanos asesinados imprudencialmente durante un bombardeo del ejército de ese país en el Desierto Occidental el 13 de septiembre de 2015.

Porque se dedicó a negociar directamente con al menos una de las familias afectadas sin notificar o dar parte oficial a la Cancillería de México para que se hiciera en presencia de personal de la embajada mexicana. De hecho, la SRE se enteró por notas de prensa que darían 140 mil dólares por cada compatriota muerto.

Por ello la dependencia a cargo de Claudia Ruiz Massieu envió una nota diplomática a la Embajada de Egipto, en la que expresa su extrañeza por no haber sido notificada de las negociaciones.

Aclaró además que el Gobierno de México “continuará acompañando y apoyando el derecho de las víctimas y sus familias hasta donde ellas mismas lo determinen, y afirma, asimismo, su respeto a la decisión unilateral que adopten para llegar al acuerdo que estimen conveniente”. Así.

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