Liberar al mundo del terrorismo

Liberar al mundo del terrorismo
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El pasado martes 22 de marzo fue un día negro para Europa. La capital de los poderes de la Unión Europea, Bruselas, sufrió el peor ataque terrorista de su historia, el cual cobró la vida de más de 34 personas y dejó decenas de heridos.

Bélgica ha decretado la alerta máxima después de tres explosiones: las dos primeras tuvieron lugar en el aeropuerto de Zaventem, y otra más en la estación de metro de Maalbeek, también en la capital.

La sociedad internacional ya se ha pronunciado enérgicamente en contra de los atentados terroristas ocurridos en el Reino de Bélgica, mostrando a su vez su solidaridad con el pueblo de esa nación.

En la actualidad, millones de personas viven con temor como consecuencia del terrorismo mundial, acción que vulnera el derecho a una vida digna. Los atentados terroristas constantes están provocando cambios significativos en la esfera de la seguridad mundial.

Desafortunadamente, cada día hay decenas de ataques terroristas en muchos otros países. Sin embargo, atacar una capital europea como Bruselas es una clara afrenta al mundo occidental, específicamente a la Unión Europea.

Debido a la amenaza terrorista suscitada en los últimos meses, se han producido transformaciones importantes dentro de la UE, respecto a la actuación en favor de la seguridad y la prosperidad de sus ciudadanos.

El artículo 1 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos reza: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”.

Por ello, el pueblo de México debe hacer un llamado a todos los gobiernos del mundo a reflexionar sobre la importancia de atender de manera distinta las problemáticas que generan la división y el conflicto.

En la última reunión de la Comisión Parlamentaria Mixta México-Unión Europea, celebrada en nuestro país el pasado mes de febrero, se abordó el tema de la lucha contra el terrorismo y expresamos en la Declaración Conjunta, el compromiso de seguir colaborando para fortalecer las medidas de prevención y combate a este flagelo. De igual manera, ambas partes acordamos aumentar la cooperación para hacer frente a esta amenaza y sus diversas manifestaciones.

Todos los países debemos luchar en conjunto por un mundo nuevo, por un mundo decoroso, libre de temor y de la indignación que el terrorismo provoca en nuestras sociedades. No debemos conducirnos a un combate brutal o basado en el rencor contra ese fenómeno y sus perpetradores.

Esta lucha debe llevarse a cabo con respeto al derecho internacional, a los principios fundamentales de la democracia, a los derechos humanos y al Estado de derecho, con el objetivo de evitar dañar los valores y las normas de la democracia que los terroristas buscan echar abajo.

Unámonos para liberar al mundo del terrorismo, para terminar con las barreras nacionales, para terminar con el odio. Luchemos por un mundo en el que predomine la paz y la conciencia.

Hoy más que nunca debemos ser tolerantes y humanos. Es nuestro deber el defender la libertad y los valores mediante el respeto a nuestro prójimo.

Debemos mantenernos unidos para demostrarles que no lograrán sus objetivos.

Resulta indispensable que entre las naciones exista solidaridad, además de un sentido de responsabilidad por parte de todos los Estados de consolidar y mantener la paz y la estabilidad.

Lo ocurrido al pueblo belga no es más que el resultado de la intolerancia de hombres que temen el camino del progreso humano. No hay que pelear en contra del terror, hay que pelear por la libertad y la tolerancia.

• Senador

presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores Europa

Twitter: @RabinSalazar