Los 43 y los casi cuatro mil más

Los 43 y los casi cuatro mil más
Por:
  • bibiana_belsasso

Las disputas entre los grupos criminales  por controlar territorios ha convertido ciertas zonas del país en auténticos cementerios.

En la zona centro de Veracruz (comunidad de Arbolillo, municipio de Alvarado) se descubrieron fosas comunes, en donde se han podido detectar, hasta ahora, por lo menos restos pertenecientes a más de 170 personas que fueron inhumados de manera clandestina.

Fue el 8 de agosto cuando se realizó una inspección en el lugar y se localizaron los restos de al menos 166 personas en 32 fosas clandestinas, en un área de 300 metros cuadrados. Con el apoyo de tecnología como drones, georradares y sondas de búsqueda se encontraron más de 200 prendas, 114 identificaciones, así como diversos accesorios y artefactos personales.

Al parecer, los cuerpos fueron enterrados hace poco más de dos años.

El viernes 7 de septiembre, la Dirección General de Servicios Periciales instauró la primera muestra de material, contenido en álbumes fotográficos de indicios hallados en fosas clandestinas.

Fue así como familiares de desaparecidos presenciaron los rastros encontrados en las 32 fosas de Alvarado; lo que observaron los dejó atónitos. Entre los hallazgos se localizó ropa de niños y bebés. “Es horrible lo que ahí vimos; hubo chanclitas, blusas y mamelucos”.

Silvia Ramírez Cárcamo, integrante del colectivo Buscando a Nuestros Desaparecidos y Desaparecidas, dijo que entre los hallazgos se detectó “ropa interior de hombres y mujeres, de gente joven la mayoría, y también de bebés, de niños pequeños”.

Para ese entonces, el fiscal general del estado, Jorge Winckler, confirmaba que había concluido la exhumación de los restos de las 32 fosas localizadas en las inmediaciones de Alvarado: la cifra llegó a 174 cráneos.

La muestra de los catálogos con fotografías fue expuesta durante casi tres horas a un primer grupo de 64 familias; ninguna pudo reconocer a sus familiares desaparecidos.

Lo cierto es que no es la primera vez que se localizan fosas en la comunidad de Arbolillo. En marzo de 2017 fueron ubicados 47 cráneos humanos en fosas ubicadas en una zona cercana. Entre las víctimas encontradas estaban los cuerpos de tres elementos de la Marina Armada de México, que fueron “levantados” en el fraccionamiento Buenavista en enero de 2017.

Entre 2014 y 2018 se exhumaron, en 10 municipios, 572 cuerpos y miles de fragmentos óseos maltratados por ácido o por el fuego.

El 18 de junio de 2014 fueron localizados 31 cadáveres en el rancho El Diamante, ubicado en el municipio de Tres Valles, zona controlada por Los Zetas. El rancho se encuentra a sólo dos kilómetros del palacio municipal y se confirmó que perteneció al exalcalde Fernando Cano Cano.

En marzo de 2016, en el rancho El Limón, ubicado en el municipio de Tlalixcoyan, la Gendarmería encontró un pedazo de hueso de Bernardo Benítez Arroniz y gotas de sangre de Luis Alfredo González Díaz, dos de los cinco jóvenes de Playa Vicente (caso Tierra Blanca) y de otras seis familias.

Tras las investigaciones se confirmó el hallazgo de 10 mil fragmentos óseos: Se estima que entre 300 y 400 personas fueron asesinadas en el lugar.

El 10 de mayo de 2016 las madres del colectivo Solecito Veracruz recibieron durante una marcha un croquis con las coordenadas de un predio ubicado a espaldas del fraccionamiento Colinas de Santa Fe; en el lugar se localizó el cementerio clandestino más grande de México.

Fueron 152 fosas clandestinas, con 296 cráneos, cuatro cuerpos sin cabeza y miles de fragmentos óseos. Sólo 16 personas han sido identificadas por las autoridades y 10 entregados a sus familiares. Y el recuento continúa…

La situación del estado de Veracruz es un foco rojo que ya venía caminando desde hace por lo menos 12 años, cuando el puerto se convirtió en punto estratégico para los cárteles del Golfo y Los Zetas, que lo utilizaban como base en el trasiego de cocaína y drogas sintéticas a Estados Unidos y a Europa.

El punto de referencia sobre el incremento de la violencia en el estado fue en esos años, con la formación de un cuerpo de mando del crimen organizado llamado La Compañía, constituido por integrantes del Cártel del Golfo y su entonces brazo armado, Los Zetas.

De acuerdo con autoridades mexicanas y estadounidenses, entre 2006 y 2008 La Compañía también operó en Tamaulipas, Veracruz, Tabasco, Campeche y Yucatán, con la finalidad de enviar droga a la Unión Americana, siendo la base el puerto de Veracruz y con la complicidad de autoridades municipales y estatales.

Un Veracruz que lleva descompuesto mucho tiempo y hoy, muchas zonas son controlados por el crimen organizado. Muchas veces estos narcotraficantes acaban matando a gente inocente y, lo peor de todo, es que aprovechan las coyunturas políticas para fortalecerse.

Mucho se ha hablado del tristísimo caso de los 43 jóvenes desaparecidos de Ayotzinapa, pero no son ni remotamente los únicos.

De acuerdo con el Informe Especial sobre Desaparición de Personas y Fosas Clandestinas en México (abril de 2017), entre el 1 de enero de 2007 y septiembre de 2016, en el país se habían localizado 855 fosas clandestinas, de cuyo interior se habían exhumado mil 548 cadáveres o restos óseos.

De 2007 a 2016, la CNDH señaló que, según un muestreo hemerográfico se encontraron mil 143 fosas clandestinas en territorio nacional, de las que se desprende la exhumación de tres mil 230 cadáveres o restos humanos.

Mientras tanto, un nuevo muestreo hemerográfico realizado por la CNDH entre el 1 de enero de 2017 y el 30 de agosto pasado, reveló el hallazgo de 163 fosas, de las que se exhumaron cuando menos 530 cuerpos en el país. Los estados con mayor número de fosas comunes son: Veracruz, con 37; Chihuahua y Sinaloa, con 22 cada una; Zacatecas, con 17; y Jalisco, con 14.

Las disputas entre grupos criminales, quienes acaban metiendo en fosas comunes a sus víctimas, es gravísimo, y sin duda no es un problema que se vaya a resolver dándole amnistía a los criminales.

El tema de la seguridad, sin duda, será el mayor desafío para la nueva administración.

Un dolor en común

Desde el viernes, la Fiscalía General de Veracruz puso a disposición de los colectivos de familiares de desaparecidos imágenes e información de las prendas, accesorios e identificaciones halladas en las 32 fosas donde se localizaron 174 restos humanos en el municipio de Alvarado.

Aunque a las instalaciones del Servicio Médico Forense de Xalapa han llegado familias para buscar entre los restos algo que les conduzca a identificar a sus seres queridos, fuentes oficiales corroboraron que aún no hay quien lograra reconocer alguna prenda o credencial mostrada en los catálogos electrónicos que les han presentado (primera foto).

E un comunicado, 15 colectivos calificaron de irresponsables las acciones del fiscal Jorge Winckler por no involucrarlos en los hallazgos: “Se desconoce si la escena fue procesada de manera adecuada y si hay más restos, cuál fue el proceso para determinar el tiempo que los restos humanos llevaban en ese lugar, cuánto tiempo tardarán en procesarlo y si solo se trata de 32 fosas o el número es mayor”.

El hallazgo en el Arbolillo pone de relieve la actuación de los cuerpos de seguridad que instalaban “retenes” y a sus víctimas las “detenían”, pero en realidad eran desaparecidas, pues según testimonios de familiares, la última vez que vieron a sus seres queridos o que supieron de ellos fue justamente durante una detención.

En ese sentido, la CIDH enlistó la lista de pendientes del gobierno federal para dar con el paradero de 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, pues acusó que existen evidencias de la colusión entre autoridades y narcos en este suceso (segunda imagen).