Los candidatos y el turismo: el riesgo y AMLO

Lo que debiera ser, pues no siempre es. Tendría que ser uno de los temas prioritarios en las agendas de quienes aspiran a la Presidencia de la República, pero no lo es. Al menos hasta ahora el turismo, que genera más del 8.5 del Producto Interno Bruto, no se encuentra en las propuestas que se han deslizado en la campaña electoral.

Así les debe interesar…

Será el lunes siete de mayo, en el marco del Foro Internacional de Turismo, que organiza Fernando Martí, el lugar en el que los cinco candidatos presidenciales hablen sobre el tema de manera específica. Ese día, en el Castillo de Chapultepec, cada uno de ellos tendrá un espacio de una hora para exponer su visión y propuestas sobre la industria. Una buena oportunidad.

Pero, ¿qué sabemos hasta ahora de lo que cada uno de ellos ha propuesto sobre el turismo?

Comencemos la serie con Andrés Manuel López Obrador. El candidato de la coalición Juntos Haremos Historia ha dicho poco sobre lo que propone, pero preocupa mucho lo que pueda suceder si gana la presidencia.

Entre lo que ha propuesto se encuentra la construcción de un tren que una a Cancún con Palenque, pasando por Yucatán y Campeche, en el afán de construir una ruta –que sin éxito ha tratado de establecerse por muchos años- que aproveche el volumen de visitantes del destino del caribe mexicano para que viajen por el sureste.

Una propuesta que no es en efecto mala, pero muy pobre si consideramos todos los retos que tiene el sector. Ha dicho que llevará la Secretaría de Turismo a la capital de Quintana roo, la ciudad de Chetumal, aunque no ha considerado el impacto que tendría esa medida en los miles de trabajadores que hoy viven en la Ciudad de México y mucho menos sin considerar la capacidad de vivienda y servicios de una ciudad tan pequeña como aquella lo es.

Preocupa, y mucho, las medidas que podría tomar de acuerdo a su estilo y sus ideas. Una de las mayores preocupaciones es la posibilidad de que establezca, de la misma manera que hizo el hoy preso expresidente de Brasil, Lula Da Silva, una política de reciprocidad de visados y, por ejemplo, se les solicite ese requisito a los ciudadanos estadounidenses. Una medida que sería brutalmente negativa para el sector.

Preocupa también la postura que podría tener en torno a la apertura de la aviación comercial que con su liberalización ha permitido el crecimiento exponencial en la llegada de viajeros.

Y pues está su negativa a la construcción del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, que significaría un freno en el crecimiento en llegadas de visitantes internacionales a este país. Una postura que le ha generado rechazo en toda la clase empresarial del país, incluyendo por supuesto al sector turístico que ha hecho de éste, el tema a discutir en estos días.

Se sabe poco, pues, de lo que plantea el puntero en las encuestas a estas fechas sobre el sector de la economía que más ha crecido en el país en los años recientes.

Bueno, y que su secretario de Turismo sería Miguel Torruco, quizá el principal fan de los Beatles en este país y conspicuo miembro de la vieja, viejísima guardia, del turismo en México.