Los sectarios y la mitosis

Gil Gamés

Cuauhtémoc Cárdenas mandó una carta amable a Liópez para que ambos marcharan juntos en contra de la reforma energética. Como de rayo, Liópez rechazó la invitación. Llamó entreguista y corrupta a la dirigencia perredista (ista-ista) que decidió participar en el Pacto por México. Los viejos priistas que fueron Liópez, Bartlett, Camacho, et al, han heredado los grandes defectos de la vieja izquierda. Según el tumbaburros, un sectario es un “secuaz, fanático e intransigente, de un partido o de una idea”. Hilo negro, agua tibia: Morena es un monumento al sectarismo.

Gil no da crédito y cobranza. Ese grupo formado en diversos priismos de la historia de ese partido, no retomó ninguna de las virtudes de la izquierda. “Nos entregaron, nos vendieron al gobierno de Peña Nieto y le abrieron la puerta al cobro de impuestos. Nosotros no queremos corruptos en Morena”. Una vez que Morena sea registrado como partido político, México estará más lejos que nunca de la posibilidad de una izquierda unida en competencia seria por la presidencia de la república y muy cerca de dos o tres pucheros: PRD, Morena, PT, MC. Liópez considera que su arrastre y Morena serán suficientes. Anjá.

Cárdenas dijo que “nadie es indispensable y que se valen todas las formas de lucha, hasta la desobediencia civil” y salió a la calle encabezando una marcha que se había dividido en dos: el Frente Amplio Social y la CNTE y el SME. Así las casas (muletilla inmobiliaria) y al paso que vamos habrá muchas marchas. Gil quiere encabezar una marcha y se propone una mitosis política, una división más, previa duplicación del material genético, en la cual las nuevas células reciban dotación completa de cromosomas. Luego vendrán la meiosis y los gametos, o como se llamen, para dividir una, dos, mil veces.

Todo esto ocurría mientras Martí Batres afirmaba en el IFE que Morena está lista para contender por la presidencia en el 2018. Había entregado los documentos de las asambleas estatales y dijo: “No formamos un partido para que entre a las concertacesiones en lo oscurito sino para abolir las llamadas reformas estructurales”. Gil se llevó los dedos índice y pulgar al nacimiento de la nariz y caviló: sectarismo, descalificación, brotes de fanatismo, dogmatismo, populismo, estalinismo, orfandad intelectual. De todo esto está hecha la izquierda realmente existente en este momento. Que les aproveche a los santos de Morena.

Y hablando del PRD, amigos que no malquieren a Gil, le han recordado lo que hicieron en Michoacán después de sucesivos gobiernos perredistas.

Cuauhtémoc, su hijo Lázaro, Godoy. Deshicieron el estado y lo convirtieron en una tierra de nadie, un territorio sin ley. ¿O lo que vive Michoacán no es parte de un proceso de muchos años? Que los gobernadores expliquen cómo lograron la desaparición de un estado, verdaderos alquimistas. El ingenuo Gil pregunta: ¿por qué acabó así el cacicazgo de los Cárdenas en Michoacán?

Mientras el comisionado Alfredo Pep Castillo Guardiola arreglaba con los jefes de las autodefensas su probable incorporación a las fuerzas públicas y legales del gobierno, el procurador Murillo Karam soltó una noticia en la cual se afirmaba que el cártel de Jalisco armaba a una parte de esos grupos. ¿Estamos locos? Eso fue como si Guardiola pusiera de centro delantero a Puyol, a Messi de defensa central y jugara sin arquero.

La máxima de García Lorca espetó dentro del ático: “Mira a la derecha y a la izquierda del tiempo y que tu corazón aprenda a estar tranquilo”.

Gil s’en va

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