Los tiempos de Carla Bley

Los tiempos de Carla Bley
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  • carlos_olivares_baro

Carla Borg (Oakland, California, 1938) con 18 años de edad vendía cigarros en el más trascendente club de jazz neoyorkino: el primer Birdland de los años 50/60, en Broadway. Entre acordes bop, whisky, humo espeso de tabaco y solos de Coltrane y Miles Davis conoció al pianista de jazz canadiense Paul Bley (1932 - 2016), con quien contrae matrimonio en 1957.

En 1959, ya bajo el nombre de Carla Bley, inicia su carrera como compositora para el trío de su esposo y entrega algunas partituras a sus amigos: el trompetista Art Farmer y el pianista/percusionista George Russell. “Carla tiene una proyección melódica de tierna y avasalladora configuración”, diría el saxofonista Jimmy Giuffre. La más incitante  woman-jazz viva, quien ha sabido fraguar un lúdico sentido armónico sobre motivaciones melódicas de cautivadora transparencia. Andando el tiempo es el más reciente trabajo de Carla Bley al frente de su mítico Trío, completado por Andy Sheppard (sax tenor/soprano) y Steve Swallow (contrabajo). Veinte años de complicidad instrumental que se cristaliza en este fonograma producido por el contrabajista alemán Manfred Eicher, fundador del prestigioso sello ECM, con sede en Múnich. Tres estaciones: Andando el tiempo (“Sin fin”, “Potación de Guaya”, “Camino al volver”), Saints Alive! y Naked Bridges/Diving Brides, suscritas por la pianista de la Bahía de San Francisco.

Música de cámara arrebujada con apuntes jazzísticos: silencio que estalla en el vaivén de sombras luminosas: trepas del piano desde complicidad con el sax y el contrabajo. En los tres movimientos de Andando el tiempo se impone la sobriedad matizada por un equilibrio instrumental en que la atmósfera sosegada de la música de cámara fluye con verdadera destreza en la libertad de la improvisación. Escuchamos el piano de Carla Bley en total prudencia en la concepción de figuraciones contemplativas; mientras, Sheppard y Swallow se apropian de los acompasados reflujos y merodean las enjundias melódicas como protagonistas de un baile de sigilosa progresión.

[caption id="attachment_812576" align="alignleft" width="300"] Andando el tiempo Artista: Carla Bley Trío Género: Música de cámara/Jazz Disquera: ECM Records, 2016[/caption]

Saints Alive!: obstinados clústeres del piano se articulan untados de ponderada evocación. El contrabajo abejea en punteos cautelosos y el saxofón conversa cobijado en la floresta de una melodía ensimismada y vaporosa. Vive la santificación de la tarde transpuesta en la gracia de la música. Yuxtaposición de conformes: el instante asciende sobre la pausa del oleaje. Bley entrega una composición de dolorosa belleza melódica que Sheppard dilucida con imaginativo fraseo. Naked Bridges/Diving Brides: textura de ánimo impresionista que remite al Debussy de Preludio a la siesta de un fauno, y al Erick Satie de las Gymnopédies. El contrabajo segrega una suerte de gradación en legitimaciones cool que recuerda el arcano lirismo del trompetista Chet Baker. Resumen del poema “Peking Widow”, de Paul Haines (1933-2003). ‘Puentes desnudos’ arrendados por los silbos de Sheppard. ‘Enamoradas sumergidas’ en los serpenteos de Swallow./(“Despacio la noche me reintegra/al áspero silencio”: Eugenio Montejo)/Carla Bley nos regala un imprescindible Rondo Capriccioso mendelssohniano de estimulantes seducciones en glorificadas costuras sincopadas.  ¿Qué sería del mundo sin el jazz?