Mancera y Peña, crece la distancia

Mancera y Peña, crece la distancia
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  • manuel_lopez_san_martin

Miguel Ángel Mancera ha pintado su raya con el gobierno federal y con el presidente Enrique Peña Nieto. Lo que sigue será una brecha cada vez más creciente entre ambos, de cara a 2018.

El proceso electoral, de facto, ya comenzó. La primera parada tiene que ver con el presupuesto para el próximo año. ¿Por qué? Porque para partidos y suspirantes por 2017 pasa la elección presidencial y las posibilidades de éxito de quienes aspiran a estar en la boleta. El presupuesto da o quita programas, recursos y proyectos para hacer un buen o mal gobierno, para lucir o impedir brillar.

Desde julio pasado Mancera elevó el tono frente al gobierno federal. En ese momento el colofón fue el pésimo manejo de la crisis ambiental que vivía el Valle de México. Los dimes y diretes entre Mancera y la Secretaría de Medio Ambiente, la Profepa y la Comisión Ambiental de la Megalópolis fueron la gota que derramó el vaso que venía llenándose desde hacía varios meses. En marzo pasado, dejó entrever un giro en su ruta política; comenzó el “contraste”. Los temas que lo evidenciaban se acumularon: los terrenos del actual aeropuerto de la CDMX, la parálisis en torno al aumento al salario mínimo, el freno a la ampliación del Metro al oriente de la capital, el errático manejo del Hoy No Circula y las medidas ambientales...

Desde entonces, Mancera ha elevado la voz cada vez con mayor frecuencia. Hace poco más de un mes, cuando el secretario de Hacienda, José Antonio Meade, entregó la propuesta del paquete económico del próximo año a la Cámara de Diputados, el Jefe de Gobierno se lanzó contra lo presentado.

“No entiendo por qué en la fotografía de la entrega del Presupuesto está riendo el secretario de Hacienda. A mí no me da risa, la verdad”, dijo. “Me preocupa y me preocupa mucho este presupuesto”, remató. Mancera se refería al recorte a las finanzas de la CDMX: el Fondo de Capitalidad, por ejemplo, desapareció; tampoco se asignó un solo peso para el STC Metro. La semana pasada, ya a contrarreloj, Mancera volvió a la carga. Más incisivo.

“Lo menos que hay que decir es que es injusto para la Ciudad de México; son ganas de… afectar; se está afectando mucho, pero se está afectando de manera indistinta”, aseveró al señalar que hay otras entidades —como el Edomex, que tendrá elecciones en 2017—, donde no hay recortes del tamaño del que sufriría la capital. “Esas casualidades son las que luego lo hacen a uno pensar mal”, apuntó.

Contrario a lo que había venido ocurriendo, la semana pasada, Peña Nieto respondió. No por su nombre, pero el mensaje tenía destinatario. Indicó que se invertía en el Edomex porque las obras conectan con la CDMX y “mejoran la vida de los habitantes”.

2018 ya empezó. Lo que se apruebe en San Lázaro armará o no a quienes se ven en la boleta. Por lo pronto, la distancia entre Mancera y Peña, crece.

  Off the record. El mundo artístico y cultural se siente plato de segunda mesa del presidente de la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados, Santiago Taboada. Con el presupuesto cocinándose, esperarían que el diputado del PAN guardara las apariencias y se interesara en la comisión que encabeza, pero cuentan que con el pretexto de la Asamblea Constituyente ni los ve, ni los oye.

m.lopez.sanmartin@gmail.com

Twitter: @MLopezSanMartin