Más preguntas sobre la “Constitución moral”

Más preguntas sobre la “Constitución moral”
Por:
  • guillermoh-columnista

La semana anterior, el Lic. López Obrador dio a conocer por medio de un mensaje en redes sociales que se había reunido con cuatro de los responsables de la llamada “Constitución moral”, que servirá de guía para la transformación de México.

Los redactores de esta “Constitución moral” son Enrique Galván Ochoa, José Agustín Ortiz Pinchetti, Verónica Velasco y Jesús Ramírez. La integración de esta comisión merece nuestra atención. Ninguno de ellos es filósofo, teólogo, juez, educador, investigador o sabio de alguna comunidad indígena. Galván y Ortiz Pinchetti son veteranos periodistas del diario La Jornada; Velasco es cofundadora de la productora Argos y Jesús Ramírez será el Coordinador de Comunicación Social de la Presidencia de la República. Los cuatro responsables, destacados especialistas en medios de comunicación, tienen la tarea de “recoger ideas, opiniones y sentimientos”, con el fin de elaborar la nueva carta magna moral. No sólo escucharán lo que les digan los mexicanos de hoy, sino que tomarán en cuenta “documentos y trabajos ya hechos, como la Cartilla Moral de Alfonso Reyes”, según dijo en una entrevista posterior, Jesús Ramírez. Me pregunto si entre los documentos que consultará la comisión estará el célebre Manual de urbanidad y buenas maneras (1854), del venezolano Manuel Antonio Carreño, que enseñó moral y etiqueta a nuestros antepasados.

Fue un alivio saber, por boca del propio Ramírez, que la llamada “constitución moral” no será “una Constitución jurídica, no es una ley que vaya a ser obedecida como tal», sino otro tipo de documento. En pocas palabras, se le llama “constitución” de manera simbólica, como para darle mayor dignidad.

Lo que leemos en la nota, sin embargo, no aclara demasiado. Se afirma que la llamada “constitución moral” será un “tratado de ética y moral”. Pero no se dice de qué manera ese tratado ayudará a la reflexión para construir una mejor sociedad. ¿Conocen los autores los viejos tratados de teología moral de la Iglesia católica? Otra duda que surge es la de cómo van a pasar de “recoger ideas, opiniones y sentimientos” a escribir un tratado de ética y moral. Para lograr esa proeza los redactores tendrán que mostrar que no sólo son periodistas fogueados, sino además filósofos de fuste, capaces de sistematizar todas las ideas, opiniones y sentimientos que la sociedad tenga a bien compartir. Estas interrogantes me hacen pensar que ni siquiera los futuros autores de la llamada “Constitución moral”, entienden bien qué es lo que quiere el Lic. López Obrador: ¿una cartilla?, ¿un tratado?, “¿una seudo-constitución? ¿una constitución tout court”?

Quizá lo preferible –para no perder más tiempo y recursos– sea que el propio Lic. López Obrador escriba el texto con su puño y letra. De esa manera nos evitaríamos más confusiones. Imagino que en un futuro a esta obra se le podría conocer –por analogía con el de Carreño– como El Manual de López Obrador.