Morena solo es un comité de campaña de López Obrador

El gobernador de Morelos, Graco Ramírez nos responde en forma directa, Andrés Manuel López Obrador no tiene un partido político, tiene un organismo que es un comité de campaña, a su servicio, al igual que los diputados locales o federales que en forma dramática y penosa le obedecen. Ellos solo cumplen órdenes y aplauden los despropósitos de su líder.

Graco reconoce que si busca la candidatura presidencial de la izquierda, que en la medida que entregue buenos resultados del estado de Morelos, estará en capacidad de ofrecer a los mexicanos una buena opción de avanzada. Y sobre Miguel Ángel Mancera dice que también tiene todo para ser candidato para ejercer sus derechos políticos.

Y en las filas del sol azteca nos comentan que la falta de acuerdos ya es una costumbre en el PRD. Llevan muchos años sin sacar una elección de su dirigente de manera limpia, sin pleitos, sin trampas y sin resentimientos. Siempre en busca de un tutor externo, aunque luego lo corran a pedradas como ocurrió con Agustín Basave. Son tribus salvajes y así se dicen defensores de la democracia. ¡Qué pena!

Son tantas sus trampas y desacuerdos, que han tenido que recurrir a los tribunales electorales para darle legalidad o reponer sus procesos, o repetirlos hasta dos o tres veces. Y si no lo creen, pregúntenle a Amalia García.

Basave los ha dibujado muy bien: son tribus que se sienten partidos políticos cada una; son ingobernables y salvajes, entre otros lindos calificativos y por eso antes de decirles adiós, ya les dejó su “libro amarillo” para que aprendan algo de sus males que los aqueja. Ojalá y algún día lo lean y sobre todo tomen en cuenta los consejos de alguien que vivió la confrontación. Pero Basave peca de ingenuo ahora, porque sabía que son ingobernables.

El PRD vive su peor etapa de su historia. Sus 25 años no han sido suficientes para superar sus problemas. Sus fundadores estrellas los han abandonado. Cuauhtémoc Cárdenas y López Obrador se fueron resentidos, igual que Basave. No tiene remedio. Su enfermedad es de muerte. Ni el mejor médico del mundo los podrá curar.

En sus filas se han incrustado grupos delincuenciales como los de la Asamblea de Barrios, hoy identificados en el negocio del narcomenudeo y la invasión de predios; los panchos Villa, dedicados al vandalismo y al activismo político en las calles; agrupaciones de comerciantes ambulantes; taxistas piratas y un sinfín de políticos desprestigiados como René Bejarano o el ex delegado de Iztapalapa, Jesús Valencia, hoy flamante diputado Federal.

Con ese currículum ya se convirtieron en rémoras del PAN. Sus eternos enemigos. Y a pesar de eso hoy quieren ir juntos en la elección del Estado de México. No tienen vergüenza. También piensan acompañar a los azules en el 2018. Ya perdieron el rumbo y la dignidad.

Muchos celebran que el PRD no ha llegado a ocupar la Presidencia de la República, porque no puede imaginarse uno lo que harían con ese poder federal. Sin duda meterían en un gran lío al país. Sus diferencias, sus intereses, sus ambiciones y su salvajismo son evidente y muy grande. En 15 días van a volver a reunirse, pero al final del día será más de lo mismo.

Ricardo Anaya, presidente nacional del PAN, se ha fijado como meta que todo el país lo conozca, tomando como punta de lanza los errores que cometieron los gobernadores priistas que hace unos días fueron derrotados, por haber hecho administraciones corruptas. No quiere dejar pasar a Javier Duarte, quien no solamente tuvo una administración pésima, sino que ahora este insiste en meter trampas a Miguel Ángel Yunes, pues no solamente quiere imponer a magistrados, a un fiscal especial que cubra sus trapacerías, sino también quiere que los próximos gobiernos jarochos paguen, durante 15 años a sus escoltas, las de él y las de su familia. Y Carlos Joaquín en Quintana Roo, también va a intentar frenar las acometidas del gobernador saliente Roberto Borge al igual que con el de Chihuahua César Duarte. Las medidas para “blindarse” de los gobernadores salientes de Quintana Roo, Chihuahua y Veracruz lo obliga a solicitar la intervención del gobierno federal. O de lo contrario habrá acciones legales.

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