Política monetaria: logros definidos

Política monetaria: logros definidos
Por:
  • arturov-columnista

En la actual coyuntura, donde el tema político aplasta casi cualquier otro evento de interés nacional, el quehacer de la política monetaria y el desempeño de la inflación son dos temas que, aparentemente de manera furtiva, van de la mano recorriendo el espectro económico nacional. No se trata de temas menores, por el contrario, buena parte de la estabilidad económica actual, depende del éxito de la actual política monetaria.

En este sentido, los resultados hasta ahora han sido satisfactorios. La inflación continúa cediendo, pasó de su pico de diciembre del año pasado de 6.77% anual a 5.04% en marzo, incluso y quizá más importante, la inflación subyacente (la que marca una tendencia más definida) ha caído desde 4.87% hasta 4.02% en el mismo periodo.

El costo de este esfuerzo anti-inflacionario no ha sido poco, ha implicado un aumento importante de la tasa de interés, desde su punto más bajo a finales del año 2015, cuando se encontraba en 3.0%, hasta el nivel actual de 7.5%; es decir, un incremento de 4.5 puntos porcentuales. El impacto de esta política monetaria ha sido favorable en términos del menor nivel de inflación, pero también afecta negativamente, como ya es más evidente a principios de este año, la dinámica de la economía, particularmente del mercado interno.

A pesar de la efectividad de la política monetaria en materia de inflación, todavía no es posible cantar victoria. Acorde con los pronósticos oficiales de crecimiento de los precios, estamos a mitad del camino. La estrategia del banco central está avocada al logro del objetivo puntual de 3.0% en el primer trimestre del próximo año. Así, los 173 puntos base de reducción de la inflación anual, logrados hasta ahora, son sólo la mitad del camino para llegar a una tasa cercana al 3.0 por ciento.

Los esfuerzos deben redoblarse, más aún porque los riesgos siguen siendo al alza. A pesar de las recientes muestras de debilidad de la demanda interna, el mundo sigue creciendo de manera vigorosa, en particular la economía de los Estados Unidos. Esta dinámica impulsa al alza las cotizaciones internacionales de las materias primas o de los denominados commodities.

Además, otro de los elementos que mayor riesgo presenta para el desempeño de la inflación es el tipo de cambio. Si bien recientemente la paridad peso-dólar ha jugado en favor de una mayor fortaleza de nuestra moneda, su desempeño es el que mayores riesgos presenta. Los derivados del todavía incierto resultado de las negociaciones sobre el TLCAN (aunque todo apunta a que se mantenga el tratado), se suman a los que se derivan de la tradicional incertidumbre, provocada por la proximidad del proceso electoral.

El desbalance de los riesgos al alza sobre la inflación todavía existe, sin embargo, respecto a hace unos meses, ahora los riesgos son menores, ello permitió entre otras razones, que el Banco de México pudiera mantener la tasa de interés en 7.5% en su reciente reunión del pasado 12 de abril. Seguramente, el quehacer de las autoridades monetarias seguirá firme en su objetivo de mantener la inflación, que a la fecha se ha comportado conforme a su propia expectativa.