Por Mesoamérica, ¡Salud!

Acá abajo, en la esquina, hay un negocio donde los trabajadores son de una región de Oaxaca. Ellos añaden su lenguaje, sus ambiciones y su cultura a la chilanguería contemporánea. ¿Cuál es la lógica que distingue entre ellos y los denominados “migrantes” en el plano de la geopolítica?: la rigidez del concepto “nación-estado”.

México es casi un subcontinente. Tiene tanta diversidad blablabla que es imposible definir el porqué de la unión de los pueblos que lo integran.

Políticamente, hay poco en común entre los intereses y aspiraciones de una niña de la tribu Kikapu en Coahuila, un niño de la sierra de Oaxaca y un chilanguito vendiendo chicles en el metro Balderas. Solamente las libertades y limitantes garantizadas en un contrato social llamado “constitución mexicana” los une, a la vez que los divide de todos los demás humanos que por azar nacen bajo otra constitución nacional con sus propias reglas, mitos y garantías. Apenas somos células y ya nuestras libertades estarán condicionadas por el lugar de nacimiento.

Entonces la migración permanente de una Kikapu a la CDMX solo requiere su actualizada documentación como propiedad exclusiva de una región llamada “México” para que pueda hacer y deshacer en ese territorio, ¿captas?. Pero si quiere visitar a sus familiares en un territorio denominado “Estados Unidos” debe perdurar una saga de procesos y aprobaciones.

Por ignorar ridiculeces administrativas, la migración transnacional es problema. Cuando se transgreden fronteras y soberanías, los que creen en ellas recrudecen su ardor por bandera y clan. Así, la única solución para diseñar un mejor futuro es pensar más allá de “nación-estado” y rebajar muros y diluir fronteras de modo regional.

Lunes y hoy martes, en el marco del Foro Ministerial sobre Migración y Salud se reúnen ministros de salud de Belice, El Salvador, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Nicaragua, y representantes de alto nivel de Panamá, República Dominicana.

Intercambian experiencias de buenas y malas prácticas para concebir iniciativas regionales. Conversan para cooperar de manera organizada y poder reducir los riesgos de salud y prevenir enfermedades a nivel Mesoamérica.

Elaboran una estrategia integral que aborda las necesidades sanitarias de la región y promueva cambios legislativos y normativos para asegurar la inclusión y ejecución de iniciativas que atiendan el impacto sanitario, político y social de poder garantizar la libertad de movimiento en la región.

La salud y la migración son las causas más urgentes y razonables para comenzar a trazar una super nación-estado que reconoce a todos los pueblos, comunidades e intereses de Mesoamérica. Al fin, todos somos el mismo animal.

El planeta hoy funciona como una granja donde cada animal permanece en su corral. Si no queremos que unos animales sigan siendo más iguales que otros animales, se debe de luchar regionalmente por derribar TODOS los muros. La guerra que comienza tiene un fin: o más muros o ninguno.

Empecemos en Mesoamérica. ¡Salud!

Correo: nemer.naime42@gmail.com