¿Por qué César Nava ensucia la elección?

¿Por qué César Nava ensucia la elección?
Por:
  • larazon

La prudencia aconseja, en cuestiones electorales, no meter ruido si la contienda se puede ganar. La desesperación, en cambio, es la responsable de saltos al vacío y de denuncias que terminan por enturbiar los procesos electorales. “Polariza que algo queda”.

César Nava, el presidente del PAN, está muy nervioso. De otra forma no encuentro explicación para un error de cálculo mayor, que es haberse involucrado en el tema del espionaje contra el gobernador de Veracruz, el priista Fidel Herrera.

Las transcripciones de las conversaciones de Herrera con diversos actores políticos dan una idea de cómo se hace política en ese estado del Golfo de México, pero no necesariamente dan pistas de delitos electorales y además no servirían en los tribunales. Es más, no sabemos ni cuándo fueron realizadas y en qué contexto.

Vivimos en la esquizofrenia política desde hace años. El pretender que los gobernadores y los presidentes no hacen política es una falacia que inclusive se incluyó en el entramado legal.

En otros países los altos funcionarios públicos apoyan a sus partidos sin que el asunto termine en escándalos mediáticos de altas proporciones.

En México no es así, porque venimos de una tradición autoritaria, de la que son presa todos los partidos, y de una arraigada cultura de la desconfianza.

Es en ese esquema en el que juega César Nava. Su apuesta de fondo es que la elección en Veracruz se decida en los tribunales y no en las urnas, por eso el tema ya no es de propuestas sino de acusaciones.

Pero el peor error del dirigente panista fue colocarse como proveedor de las llamadas telefónicas que le grabaron a Fidel Herrera.

Las escuchas telefónicas son ilegales si no están autorizadas por un juez, y aún en ese caso tienen una funcionalidad bastante acotada, para evitar, precisamente, lo que está ocurriendo.

Tenemos en teoría a un gobernador que se empeña en operar las campañas en su estado, de modo bastante pintoresco, y a un presidente del partido en el poder que espía, o por lo menos conoce a quienes lo hacen.

Se me dirá que es irrelevante el cómo se obtuvieron las grabaciones y que lo importante es lo que se dice en ellas. Esto no puede ser así, porque en términos legales el fin no puede justificar los medios.

Es más, la Suprema Corte, hoy tan celebrada por el panismo, le puso límites a esta práctica y determinó que la información obtenida cometiendo un delito no sirve como prueba.

Esto lo sabe bien Nava, pero su propósito no es enaltecer la democracia sino ensuciar una contienda electoral, que por lo visto tiene perdida. Una lástima, sobre todo viniendo de un partido que hizo del sufragio efectivo todo un apostolado.

julian.andrade@3.80.3.65

Twitter: @jandradej