Prende fuego aquí y apaga fuego allá

Disculpas a Ciudad Juárez por decir que 16 jóvenes asesinados eran “pandilleros”, espaldarazos a su Secretario de Gobernación para evitar un tremendo daño institucional, aclaración de que su gobierno “sí” persigue al Chapo, deslinde de las alianzas que amarró su partido con el PRD…

El presidente Calderón dedicó febrero a controlar daños por errores que lo arrastraron a un comportamiento pendular en momentos que tendría que haberse ocupado en explicar si es cierto que la economía familiar camina realmente hacia una mejoría.

Yerros que, en rigor, no son suyos, sino de sus colaboradores, aunque al final quien da la cara es él, con las malas consecuencias que provoca la percepción de que existe un mandatario de la República errático.

De todos modos termina siendo su responsabilidad por haber adoptado, al formar su equipo, la máxima del ex primer ministro checo Vaclav Havel: “Prefiero inexperiencia temporal a sabotaje permanente”.

El hombre más ocupado (y preocupado) de la nación acaba apagando infiernillos en medio de tantos problemas sociales, políticos, económicos y naturales.

Así, tras la matanza de Ciudad Juárez, el 2 de febrero, señaló como pandilleros a los jóvenes asesinados, lo cual generalizó entre la ciudadanía un rechazo que sólo amainó cuando él mismo asumió el error y se disculpó.

¿Quién de su equipo lo hizo caer en el desacierto? No importa. Es la institución presidencial la que sale mellada. Al igual que cuando de Hacienda le dieron una información inexacta y acusó a los empresarios de no pagar bien los impuestos.

Hay que incluir en esta relación la tardanza de una semana en ratificar su confianza en el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, luego de que éste renunciara al PAN a causa de su desaprobación a las alianzas con el PRD.

Siete días son demasiados para respaldar al jefe de la política doméstica, sobre todo si se trata, como Gómez Mont, de la figura mejor calificada del gabinete, no sólo por su poder de interlocución con el principal partido de oposición.

Porque en la más reciente encuesta de GEA-ISA sobre quién ganaría la Presidencia en 2012, Gómez Mont apareció con 15 por ciento, detrás del priista Peña Nieto (41%) y delante de AMLO (14%).

Pero su berenjenal mayor son las alianzas del PAN con el partido que ni siquiera lo reconoce como Presidente de México. Un sinsentido de dimensiones tan grandes que lo obligaron a deslindarse en un tono, cuando menos, severo.

“Las alianzas provocan un cierto desdibujamiento o una pérdida de claridad en la identidad de los partidos ante los electores y, evidentemente, propician mucho mayores riesgos de confusión ideológica”.

Un febrero malo para el Presidente. Porque para cada solución, su equipo le dio un problema.

ruben.cortes@3.80.3.65

agp