Provocadores profesionales en la Iberoamericana

Ubaldo Díaz

 Sólo un ingenuo podría pensar que lo ocurrido en la Ibero a Enrique Peña Nieto fue algo casual. Se sabe que desde la noche del jueves un grupo de jóvenes “volantearon” en las inmediaciones de la institución para desestabilizar la visita del mexiquense al recinto escolar. Algunos piensan que fueron gente de filiación perredista, igual que los que aparecieron al final de la exposición del candidato presidencial priista y que también arremetieron contra los reporteros que fueron a cubrir el evento. La exhibición de las máscaras salinistas y las pancartas de reclamo por los hechos de hace años en Atenco, dibujan a los responsables de los lamentables hechos que por fortuna no derivaron en algo más que una simple protesta. Peña Nieto sabía que su participación en ese foro universitario sería difícil, y no se amilanó al aceptar la invitación y darse tiempo de exponer algunas ideas de sus propuestas de campaña, e incluso responder a cuestionamientos de su relación con Carlos Salinas y Arturo Montiel. Hubiera sido más interesante y civilizado ahondar en esos temas. Y bien dice el dicho: lo que no te mata te fortalece. Ojalá y los provocadores dejen de sembrar el encono que de continuarlo en escalas superiores reportaría grandes daños al país.

 Andrés Manuel López Obrador ya se siente el presidente del empleo. En sus promocionales promete que de ganar creará siete millones de empleos. El ofrecimiento es superior a lo que prometió Felipe Calderón (seis millones) y ya vemos lo que ha pasado. El tabasqueño no dice cómo generará ese número de fuentes de trabajo. Sus cuentas son alegres y aunque el gobierno es el principal generador de empleos no le alcanzarían los números. Para completar sus cifras tendría que participar la iniciativa privada y como se ven las cosas ese sector no ha dicho una palabra al respecto. El lunes El Peje estará en su tierra apoyando a Arturo Núñez, quien tiene posibilidades de ganar y Peña Nieto hará lo mismo con el priista Jesús Alí.

 La justificación de los “gasolinazos” que hizo el presidente Felipe Calderón, representa un golpe más a la campaña de Josefina Vázquez Mota por la medida antipopular que eso representa, sobre todo cuando López Obrador promete bajar los precios de los combustibles y Gabriel Quadri anuncia que quitaría los subsidios. La defensa de Calderón a los subsidios llega en un mal momento.

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