¡Rompan filas!

¡Rompan filas!
Por:
  • larazon

- PRIMER TIEMPO: SI TODO IBA TAN BIEN, ¿QUÉ PASÓ? Un miembro del gabinete se sinceró al preguntarle cómo había caído en esos niveles la renuncia al PAN del secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont: “Todos estamos furiosos con él”. Cuando dijo todos, se refería al equipo de gobierno del presidente Felipe Calderón. En el PAN, tras la sorpresa de la renuncia el miércoles por la noche, hubo un proceso de explicaciones durante toda la mañana del jueves que se tradujo en correos electrónicos a varios periodistas donde, siempre pidiendo el anonimato, explotaban contra Gómez Mont. De repente, todos parecían haberse puesto en su contra. ¿Qué pasó? La historia comenzó a fluir. Ya sabían todos que Gómez Mont se oponía a las alianzas, y que había amenazado con renunciar si cuajaba la de Oaxaca. Incluso el martes, cuando el Consejo Político panista discutiría esa alianza, Gómez Mont se apersonó en el PAN, como militante y vocero primo en contra de ella. Sus argumentos eran tan persuasivos que comenzó a convencer a varios delegados, pero se enojó. A su estilo, embistió. Sus formas, toscas, ya no gustaron, incomodaron y se volvieron en su contra. Quedaron muy enojados, y se indignaron más con la renuncia. “No se puede ser secretario de Gobernación con el estómago ni litigando”, dijo un panista reflejando el sentir en su contra. Tampoco si lo dejan, como se dice popularmente, colgado de la brocha.

 SEGUNDO TIEMPO: RESUELVE, FER, LUEGO TE CRUCIFICO. Con la crisis económica profundizándose y sin petróleo adicional para vender, el presidente Felipe Calderón compró la propuesta de su entonces secretario de Hacienda, Agustín Carstens, para incrementar impuestos. Cuando el paquete llegó a la Cámara de Diputados, la ola roja priista dijo que ni locos. El discurso era tajante, y en el gobierno se preocuparon. Llamaron a Fernando Gómez Mont a negociar. Amplios poderes le dio el Presidente a su secretario de Gobernación, y junto con Carstens, hablaron con los priistas en el Palacio de Covián. ¿Qué quieren? Recursos de las participaciones, dijo Enrique Peña Nieto, del estado de México. Que no haya alianza en 2012, condicionó Ulises Ruiz de Oaxaca. De acuerdo, dijo Gómez Mont, y hasta firmaron un documento. Los dineros fueron saliendo, pero cuando Calderón tuvo que decidir entre cumplir ese acuerdo o buscar la derrota del PRI en Oaxaca, le salió el pequeño gigante anti Pri que trae cosido en el corazón y autorizó al líder del PAN, César Nava, ir por la alianza. Ni modo cuate, le dijo sin decirle Calderón a Gómez Mont, con quien tiene una relación de décadas, el rencor patriota es primero que el cumplimiento de acuerdos con los enemigos históricos del Presidente. ¡Qué se amuele el PRI! Gómez Mont recordó que había compromisos. Y qué. Me tengo que ir porque pierdo autoridad para negociar. Ya lo arreglaremos. La alianza va. El odio histórico, también.

 TERCER TIEMPO: Ese muchacho al que llaman “Don César”. No hay nada más agresivo para un político que lo llamen en diminutivo –Miguel de la Madrid nunca superó que Porfirio Muñoz Ledo lo llamara siempre “Miguelito”- o que le estampen el “Don” como prefijo de su primer nombre. Pues eso hizo Fernando Gómez Mont en la escueta carta de renuncia al PAN, cuando la envió al líder nacional del PAN, César Nava, con una deferencia de sorna: “Don César”. En realidad, el dirigente partidista es sólo un intermediario. La alianza en Oaxaca por la que se fue Gómez Mont, fue autorizada por el presidente Felipe Calderón. Calderón y no Nava, finalmente, sería el autor intelectual de la renuncia del secretario de Gobernación a su partido. Gómez Mont dijo “Don César” para no decir “Don Felipe”, sabiendo perfectamente que Nava no hace absolutamente nada sin pedir autorización a su eterno jefe, el actual Presidente. Para eso lo mandó al PAN, para que como en aquellos no tan viejos tiempos priistas, el partido se convirtiera en el brazo electoral del Ejecutivo. Lo que sucedió con Gómez Mont no fue consecuencia de un acto autónomo del partido, sino una ejecución artera de su jefe el Presidente.

rrivapalacio@ejecentral.com.mx

fdm