Se trata de competitividad

Columna invitada

Por Gerardo García

Es un asunto de prioridades que se revuelve, en efecto, con las preocupaciones. En una lista de pendientes por resolver habrá que poner en el primer lugar el factor principal que afecta a los otros. Preocupaciones razonadas, pues.

Es verdad que generó mucha preocupación, y más ruido mediático, la salida de México del top ten de viajeros internacionales en el ranking que mide la Organización Mundial de Turismo. La caída al treceavo sitio —es muy probable que en la siguiente medición el país llegue al quinceavo lugar—, cuando se llegó a ocupar la séptima posición, es un tema que en efecto preocupa, pero hay otros aspectos que deben atenderse con mayor prioridad. En el Índice Mundial de Competitividad Turística, realizado por el World Economic Forum, nuestro país ocupa el lugar treinta y cuatro; es una nación poco competitiva, según este indicador que mide diversos factores, desde la infraestructura de servicios hasta el Estado de Derecho, pasando por el ambiente en el que se desarrollan los negocios turísticos. Un factor que parece preponderante a la hora de responder el cuestionamiento que se deriva de un hecho: México sigue teniendo un crecimiento en la llegada de visitantes internacionales, pero a una tasa mucho menor a la de países que han venido destacándose por su desempeño turístico. Un tema, el de la competitividad turística, que se deriva necesariamente en la revisión del producto que ofrece México al mercado, que parece en conjunto no ajustarse del todo a las tendencias que hoy mueven al mercado.

La semana anterior en Madrid, en el marco de la Feria Internacional de Turismo, el secretario general de la OMT, Taleb Rifai, firmó con la secretaria Claudia Ruiz Massieu y el director de la Escuela de Turismo de la Universidad Anáhuac, Francisco Madrid, un acuerdo para llevar a cabo en esta institución, entre el 28 y 30 de mayo próximo, el Segundo Foro Global de la Red de Conocimiento en Turismo. Un foro internacional para analizar la competitividad turística y desarrollar, desde la discusión académica y de profesionales del sector, una mejora del producto que se está ofreciendo al mercado. Un foro que contará con el respaldo de la OMT y en el que unos 400 profesionales y académicos de todo el mundo abordarán tres temáticas distintas: el desarrollo de productos y experiencias turísticas, la competitividad de los destinos y el impacto de la tecnología en los servicios turísticos. Una discusión que necesariamente tendría que ser guía para autoridades y los actores del sector turístico.

Mejorar la competitividad turística de México requiere de innovación, compromiso, pero necesariamente del convencimiento de que éste es el factor fundamental a resolver para crecer a tasas mayores a las que registra el país.

Si no se avanza del lugar treinta y cuatro en el índice de competitividad turística, la caída en el ranking de visitantes internacionales seguirá sucediendo y la oportunidad que genera esta actividad económica no se estará aprovechando.

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