Zedillo quiere aliarse con la APPO

Zedillo quiere aliarse con la APPO
Por:
  • larazon

Quienes apelan a la segunda vuelta electoral deberían hacerse cargo de lo que esto puede generar.

Hoy en día significaría un acuerdo entre el PAN y el PRD, para derrotar al PRI.

¿De verdad queremos para México una alineación en la que no valgan ni los principios ni las ideologías?

Las objeciones se pueden ver desde cualquier ángulo, de izquierda a derecha. ¿El PRD está consciente de lo que va a significar un acuerdo con el ala más a la derecha del panismo?

¿Con qué cara los panistas van a hablar de legalidad después de su alianza con la APPO en Oaxaca?

En fin, las preguntas pueden continuar y las respuestas están a la vista.

Es verdad que una de las dificultades del gobierno, de cualquier gobierno, es la de la construcción de mayorías. En teoría la segunda vuelta electoral propicia que se generen convergencias en las cámaras para impulsar una política de gobierno, pero nada garantiza que ocurra así.

En el gobierno están empeñados en una reforma política. Un amplio grupo de personalidades lo respalda en esta determinación. Dicen que están contra “la generación del no” (en la que incluyen a toda la clase política), pero más bien se definen por su apoyo al presidente Felipe Calderón. Una de sus propuestas clave es la segunda vuelta electoral.

¿Es momento de un cambio en el diseño del régimen político? Es difícil saberlo, y la duda en este caso no es menor.

Por eso, entre otras cosas, me sorprendió que el ex presidente Ernesto Zedillo haya firmado el desplegado y pidiendo, precisamente, la segunda vuelta electoral.

Todos sabemos que a Zedillo no le gusta el PRI, pero creo que en esta ocasión se voló la barda.

Basta recordar que fue justo en su gobierno cuando se establecieron los candados que impiden el construir una mayoría clara en las cámaras. Con el fantasma de la “sobrerrepresentación” se legisló y ahora estamos como estamos.

Zedillo quiere influir en el proceso electoral y tiene todo el derecho, pero sería mejor si lo hiciera con póker abierto, para que después nadie se confunda. La propuesta de reforma a la que se sumó no es ciudadana, es política y en ella hay varias agendas personales.

Al final los “modernizadores” terminarán aliándose con la APPO y con sus grupos afines. Es el problema de no ver de modo estratégico las cosas.

En el fondo, las fobias antipriistas hacen que se pierdan las perspectivas.

Nadie dice que no deben hacerse cambios; es más, muchos son indispensables para el buen funcionamiento del país; lo que no puede ser es que el proceso de reforma esté atado al cálculo electoral.

juljard@yahoo.com.mx

agp