El sociólogo narrador de la vida diaria

El sociólogo narrador de la vida diaria
Por:
  • carlos_olivares_baro

Cien años del nacimiento de Salvador Flores Rivera (Ciudad de México, 14 de enero, 1920 – Ibídem, 5 de agosto, 1987): cronista musical, compositor e intérprete de coplas populares que se convirtieron en una observación sociológica del México contemporáneo. Bitácora melódica-rítmica rebosada del gracejo popular en el uso del albur (eventualidad ingeniosa): apunte filosófico de agrio y lúdico discurso. Retrato de los trances de las clases marginadas del país y alusiones a los privilegios de los poderosos. Chava Flores, oriundo del Centro de la Ciudad de México, vio la luz en la calle de La soledad del barrio de La Merced.

Conocía palmo a palmo al entonces Distrito Federal: reposó y anduvo por la colonia Roma, Tacuba, Santa María la Ribera y Azcapotzalco: “Conozco la Ciudad, no tanto que la conozca, sino que me sé de memoria sus rincones. Cada mañana me levanto y escucho el ronroneo de su respiración que acompaña a los obreros que somnolientos se dirigen al trabajo. Mi Distrito Federal, inspiración de muchas de mis canciones”, declaró una vez en

un programa radial.

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“Sábado Distrito Federal/ Desde las doce se llenó la pulquería / los albañiles acabaron de rayar / que repicosas enchiladas hizo Otilia / la fritanguera que allí pone su comal”, otros han ido al Monte de Piedad a empeñar “la palangana”. Chava Flores o un humor punzante en burla pronunciada por nosotros mismos.

En El cancionero de Chava Flores, recopilado por su hija María Eugenia, podemos apreciar al compositor que lo mismo escribió sobre la muerte, los sueños de los mexicanos, los pulques, los guisos, las mujeres, las fiestas populares y la crisis económica, entre otras temáticas. Recurrió a las modalidades de la ranchera, huapango, sones y colores folclóricos en un cordial jolgorio de sugerentes armónicos.

Basta escuchar esa obra maestra que es un monumento al albur/doble sentido: “La tienda de mi pueblo”, para corroborar la genialidad de Chava Flores. “Tuve una tienda en mi pueblo, precioso lugar, / te vendía de un camote de Puebla a un milagro a san Buto, / pitos, pistola pa’niño te hacía yo comprar, / pa’tu cruda una panza, te inflaba una llanta al minuto”. Retumban piezas como “La Bartola”, “Llegaron los gorrones”, “Ingrata pérfida”, “Boda de vecindad”, “Yo soy la criada”, “El retrato de Manuela”, “Marthita la piadosa”... Centenario de un grande de la canción popular mexicana: Chava Flores, el hijo de La Merced.