Escribo con el objetivo de que el lector no me abandone: J.M. Servín

Escribo con el objetivo de que el lector no me abandone: J.M. Servín
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  • carlos_olivares_baro

J. M. Servín (Ciudad de México, 1962) es editor y periodista. Escritor de formación autodidacta, ha publicado varios libros, los cuales forman parte de antologías y compilaciones en México y en el extranjero. Su primer cuaderno, Cuarto para gente sola (1999) ha tenido tres reediciones (2004, 2010, y 2012); y D. F. confidencial (2010), ha salido de la imprenta en cinco reimpresiones.

Coordinador del proyecto de periodismo narrativo Producciones el Salario del Miedo, Servín ganó el Premio Nacional de Periodismo Fernando Benítez, categoría Reportaje Escrito, en 2004. Colaborador de Proceso, Nexos y Replicante, sus textos transitan por las rutas de la crónica, el ensayo, el reportaje, el apunte personal y la narrativa. Autor atípico que sabe glosar con rigurosidad los entreveros clandestinos de la Ciudad de México y las disyuntivas del tedio que se oculta en la vida cotidiana de sus habitantes.

“El poder adversario de la forma de relatar de J. M. Servín es algo excepcional en las letras de lengua española. Refiere el lado oscuro de la vida, las pulsiones, la supervivencia, la sustancia negativa que encubre lo cotidiano”, escribió Sergio González Rodríguez (1950–2017) sobre el trabajo literario de Servín.

Nada que perdonar. Crónicas facinerosas (Random House, 2018), de J. M. Servín, consigna veintitrés crónicas que conforman una suerte de cruzada autobiográfica con tintes de novela de aprendizaje (Bildungsroman) en que un rufianesco y ladino narrador hace el repaso de su itinerario por los bajos fondos de la Ciudad de México: niñez vagabunda; adolescencia y juventud atribuladas; familia con premuras económicas; precoces lecturas de formación; y, sobre todo, los primeros pujos por la perturbadora necesidad de escribir.

“Este libro tiene la intención de contar mi historia personal, la saga familiar y sus circunstancias. La literatura como un escape y lecturas precoces que me inquietaron y me inocularon el deseo de ser escritor. Un texto híbrido que escarba en una de las obsesiones clave de mi vida: ¿Cómo se hace un escritor?”, comentó a La Razón J. M. Servín.

¿Por qué este libro atrapa al lector desde el primer parágrafo? Escribo con el objetivo de que el lector no me abandone. Enfilo todas mis fuerzas a eso. No me interesa el aplauso de la academia ni de los críticos: me incumbe el lector común, aquel que se ve retratado en mis suscripciones.

Sin habla no hay literatura: ¿Cómo infunda usted esa habla tan desnuda? Oriento la carga a las emociones. Pretendo que el lector se identifique con las vicisitudes y gozos del narrador, con sus trances y venturas a través de una fiereza de probidad testimonial. Me afinco en mi realidad que es el entorno del lector. Habla que está apuntalada en una rabia que quiero desahogar.

¿’Quiero escribir pero me sale espuma’, al decir del poeta Vallejo? Por ahí va la verdad de mi escritura: comunicación directa con los excluidos.

¿Ensayo, crónica, narrativa, apuntes personales...? No creo en las fronteras narrativas. Me valgo de cualquier posibilidad de la escritura. De ahí el cruce de géneros en mis libros.

¿Cómo ve usted el actual panorama literario en México? Observo cómo los escritores se han convertido en ‘profesionales’ de la literatura: tienen agentes literarios, responden a las exigencias editoriales, andan de feria en feria, en coloquios internacionales, buscan becas y escriben para ganar premios... La mediocridad está presente en esos sigilos de apariencia literaria.

¿Autores clave? Todos los escritores realistas de México. Admiro a Enrique Serna, Rafael Pérez Gay, Josefina Vicens, Guillermo Fadanelli, José Agustín, Rafael Bernal... En otros ámbitos: Nietzsche, Salinger, Jack London, Poe, Roberto Arlt, Kerouac, Algren...

Todo lo que escribo apesta a muerte

…Tuve una infancia errante, debido casi siempre a los continuos apremios económicos de mis padres. Cambiábamos de domicilio cada dos o tres años. Del barrio de San Juan de Dios, en Guadalajara, con mis cinco hermanos mayores, a la colonia Morelos de la Ciudad de México, donde nací un verano de 1962 a mediodía, en la calle de Granada... Ser el penúltimo de una familia de diez hermanos marcó mi temperamento conflictivo, solitario y bilioso…

FRAGMENTO TOMADO DE NADA QUE PERDONAR.

J.M. Servín

Nació: 5 de julio de 1962

Lugar: Ciudad de México

Profesión: Periodista y narrador

Galardones: Premio Nacional de Testimonio Chihuahua 2001, Primer lugar de historieta en la Semana Negra de Gijón, Premio Nacional de Periodismo Cultural Fernando Benítez 2004, entre otros

Nada que perdonar

Autor: J. M. Servín

Género: Crónica

Editorial: Random House, 2018