Sorprendente descubrimiento

Hallan restos en Tlatelolco que revelan la resistencia de mexicas tras la Conquista

Entre los restos se encuentran 36 entierros, piezas de lítica y más de 200 figurillas femeninas; grupos indígenas regresaron a Tlatelolco y conservaron sus tradiciones

Los vestigios fueron hallados en la periferia de la Zona Arqueológica de Tlatelolco.
Los vestigios fueron hallados en la periferia de la Zona Arqueológica de Tlatelolco.INAH
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En la periferia de la Zona Arqueológica de Tlatelolco especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) hallaron restos que revelan indicios de la manera en que los mexicas sobrevivientes resistieron después de la Conquista.

Los vestigios son un complejo doméstico y un depósito de un taller de lítica, que fueron localizados en un predio de avenida Paseo de la Reforma, frente al Tecpan de Cuauhtémoc, a escasos metros del antiguo Colegio de la Santa Cruz de Santiago Tlatelolco, detalló este jueves el INAH, a través de un comunicado.

Entre los restos se encuentran 36 entierros, seis de ellos en urnas, 15 mil piezas de lítica, más de 200 figurillas femeninas, entre otros objetos, y se registraron 112 tipos cerámicos.

De acuerdo con los arqueólogos los vestigios confirman que a pocos años de que se consumó la Conquista, grupos de indígenas sobrevivientes “regresaron a sus antiguos asentamientos para continuar con sus ceremonias y rituales religiosos, como una suerte de resistencia cultural”, se destacó.

Los vestigios, que datan del periodo Posclásico Tardío (1200-1521 d.C.) al Colonial Temprano (1521-1650 d.C.), permanecieron por siglos bajo las calles de la bulliciosa colonia Morelos —en los límites con Tepito, al oriente de la Zona Arqueológica de Tlatelolco—, en el lugar que ocupó el barrio de Santa Lucía Tecpocticaltitlan o Telpochcaltitlan.

¿Qué se sabe de los vestigios hallados en Tlatelolco?

Al pie de una plataforma arquitectónica hecha con lajas de piedra, al exterior de una serie de muros construidos con tezontle, basalto y algunos adobes, se hallaron dos esculturas antropomorfas, de 40 y 35 centímetros de alto, aún con restos de policromía; el arqueólogo Aarón Ochoa Vidrio detalló que asociadas a estas piezas, había cuatro ofrendas dedicadas al momento en que fueron depositadas las esculturas.

José Antonio López, titular de la Dirección de Salvamento Arqueológico (DSA) explicó que las figuras representan a dos personajes sentados; una de ellas fue elaborada en basalto y conserva restos de pigmento azul en la parte del cabello y algo de negro y azul en las mejillas; la otra fue tallada en tezontle y tiene sedimentos de pigmento rojo y negro bajo los ojos, así como algunos en blanco que podría ser estuco.

El arqueólogo manifestó que ha sido muy difícil interpretar las esculturas: “Cuando estaban ‘vivas’, en el momento prehispánico, posiblemente fueron sepultadas en ese lugar con una advocación, pero con la llegada de los españoles y al no poder los indígenas recuperar sus antiguas deidades, es posible que cambiaran su sentido, como una forma de resistencia religiosa y cultural”, expuso José Antonio López.

Afirmó que las esculturas se relacionan con ese momento de tránsito: cuando una nueva generación de indígenas, a medio evangelizar, continuó practicando sus tradiciones en lo que se llamaba Nepantla, “estar en medio”.

Asimismo, los arqueólogos, en colaboración con Laboratorio de Paleobotánica y Paleoambiente del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, localizaron un campo de cultivo que consideran data de la época prehispánica por los materiales asociados, así como una serie de canales navegables también de la época prehispánica, pero que continuaron en funcionamiento hasta la etapa colonial, por la asociación a materiales de la fase Azteca II, hasta objetos de metal y de manufactura europea.

En tanto al norte del terreno registraron una segunda área que, por sus dimensiones y la cantidad de material hallado, presumen se trate de un taller prehispánico con posible uso en la época colonial. En este sector se recuperó gran cantidad de obsidiana gris veteada, dorada y verde, asociada principalmente a núcleos de dos tipos: prismáticos y bifaciales. La arqueóloga Xantal Rosales García explicó que se registraron 15 mil objetos terminados y cerca de dos toneladas de este material en diferentes estados.

AG