Juana in a million o la historia de una migrante que exhibe lo peor del humano

Juana in a million o la historia de una migrante que exhibe lo peor del humano
Por:
  • martha_rojas

¿Qué pasa cuando te vas a otro país y tu casa ya no es tu casa, cuando regresas y te das cuenta de que ya no eres ni de aquí, ni de allá? Juana in a million pretende desafanarse de las innumerables representaciones que se han realizado en torno a la migración, para ofrecer un argumento teatral unipersonal, cargado de humor negro, en que las barreras entre el personaje y uno mismo se desdibujan.

Juana Gómez Castillo es una mujer michoacana que, como tantas otras personas, deja el país y se aventura en un viaje a Londres, en busca de una vida mejor; pero al llegar se enfrenta con la imposibilidad de ver su sueño materializado debido a los muros de un idioma que le es ajeno, a las divisiones raciales y  al extrañamiento de su hogar.

“Las razones por las que Juana se va de México tienen que ver con las circunstancias que estamos viviendo en el país, la violencia, la impunidad y la pobreza; cosas que a la gente que va al teatro también le preocupan y es ahí cuando la frontera entre Juana y uno mismo se desdibuja”, aseguró a La Razón Vicky Araico, quien no sólo da vida a Juana, sino que es la creadora del relato nutrido de relatos reales y experiencias personales.

El Dato: La primera vez que  la obra fue presentada fue en 2011, en Londres y se tituló Juana en un millón, dirigida por el director Nir Paldi.

La obra nació luego de que Vicky experimentara en carne propia las vicisitudes de ser el Otro en un viaje a Toronto.

“Me fui a Toronto siguiendo a un novio y cuando llegué, me encontré con un sistema que permite, fomenta y provoca que las personas trabajen ilegalmente y te das cuenta que es un aparato que conviene a todos, porque se ven favorecidos, aunque el costo sea alto. Luego fui a estudiar a Londres y la realidad no fue muy distinta”, contó.

La actriz relató que durante su estancia en Canadá trabajo de manera ilegal.

“Me enviaron a una agencia de viajes, que en realidad era una agencia de trabajo; cuando me contraron fui a una fábrica de zapatos donde conocí a una mujer asiática y  fue terrible porque yo hablo el idioma y me daba cuenta de cosas que ella no comprendía; teníamos que poner los nombres, tallas y colores de las prendas, y ella no entendía nada y yo sólo veía la desesperación que tenía por conservar el trabajo  y uno no puede hacer nada, porque está en la misma situación”, precisó.

En el montaje, Juana es una amalgama de todos los migrantes que ven convertidos sus sueños en tragedias.