Renacimiento de uno mismo

LEMNISKATA, una arqueología de la memoria materna

La coreografía del artista muxe Lukas Avendaño tiene funciones hoy y el domingo; participan 14 bailarines

LEMNISKATA, creación del coreógrafo, antropólogo y activista Lukas Avendaño.
LEMNISKATA, creación del coreógrafo, antropólogo y activista Lukas Avendaño.Foto: Jaime Martín y Antonio Rubio
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El uróboro, es un concepto que se define como un ciclo que comienza de nuevo en cuanto concluye y generalmente es representado con el símbolo de una reptil o un dragón en forma circular. 

Sin embargo, para el coreógrafo, antropólogo y activista muxe, Lukas Avendaño, representa más que una serpiente comiéndose así misma, es la síntesis de su más reciente creación; el renacimiento de uno mismo desde el lugar que lo concibieron: LEMNISKATA.

La coreografía del artista muxe es el resultado de casi tres meses de residencia creativa en la capital tapatía, donde 14 bailarines hombres, provenientes de diferentes partes de México y una mujer, se adentraron a la simbología y danza de los 8 municipios de Jalisco que Avendaño y su equipo creativo visitaron para desarrollar una pieza que nos recuerda el porqué estamos aquí y que representa el eterno regreso al génesis desde lo femenino.

En el inicio de LEMINISKATA, podemos ser testigos de cuerpos apilándose en silencio, que buscan desplazarse y retroceder a partir de las sombras, desde de la incertidumbre de no ser expuestos por completo y sobre la base de mantenerse unidos para musicalizar, desde el roce de sus pieles, un momento de intimidad y ritualidad. 

Después de este instante de sonoridad desde el tacto, se nos van revelando formas que fácilmente pueden hacerse visibles en la lentitud de la noche y que son iluminadas por un escenario repleto de “luciérnagas”. 

En este punto de la coreografía, se puede percibir una energía atrayente, transformadora y que es determinante para que al fin sea revelada la animalidad de 14 cuerpos que, ante el alba, los hace exponer su ser más primitivo y que los llama a sobrevivir por el deseo de “regresar al seno”.

Para Barbara Muñoz de Cote e Ismael Rodríguez, dramaturgistas de LEMINISKATA, la importancia de esta pieza no sólo radica en el desplegado visual o producción estética de la misma, sino que hay una narrativa y postura política, desde una revisión histórica, que se atreve a reescribirla y criticarla. 

Para Muñoz de Cote, esta obra viene en un momento muy preciso, pues ante el antecedente de la contingencia y el activismo de Lukas Avendaño, el poder ver a tantos cuerpos volverse a tocar nos recuerda que, aun en las circunstancias, venimos juntos y no hay manera de afrontar las situaciones sino es desde lo colectivo, mencionó en entrevista para La Razón.

LEMNISKATA: No hay manera de afrontar las situaciones sino es desde lo colectivo.
LEMNISKATA: No hay manera de afrontar las situaciones sino es desde lo colectivo.
Foto: Jaime Martín y Antonio Rubio

Siguiendo con LEMNISKATA, la coreografía continúa con una de las escenas mejor logradas y que visualmente ayuda a crear la sensación en que la tierra y el cielo por fin se han unido: La imagen de cuerpos bajando desde el firmamento, desafiando la gravedad y tratando de conectar con el otro a través de umbrales de luz; sin duda, un momento bastante sublime y sin precedentes.

LEMNISKATA: Cuerpos tratan de conectar uno con el otro.
LEMNISKATA: Cuerpos tratan de conectar uno con el otro.Foto: Jaime Martín y Antonio Rubio

En entrevista exclusiva, Lukas Avendaño comenta que, a casi cuatro años de la desaparición de su hermano y del porqué para él, su arte le había servido para “regresarlo a casa'', espera que con este acontecimiento artístico enuncie eso. 

“Creo que no regresamos al seno, nunca nos fuimos de él, pretendemos creer que nos vamos, que no está, que no nos importa, como un ejercicio de supremacía; el hecho que no lo veamos, reafirma su existencia de inconmensurabilidad (...) tú y yo no estaríamos acá sino hubiéramos sido paridos por una hembra. La última imagen es eso, del porque y por quién estamos aquí”

Lukas Avendaño, artista

En el final de LEMNISKATA, podemos ver cuerpos andróginos que desde la trivialidad simbolizan el renacer de lo que nunca se fue y que si bien es cierto puede ser un momento bastante abrupto, donde la danza desenfrenada y bestial puede contraponerse al discurso contemplativo planteado desde un inicio. 

LEMNISKAT: Danza desenfrenada y bestial.
LEMNISKAT: Danza desenfrenada y bestial.Foto: Jaime Martín y Antonio Rubio

El coreógrafo, con un cierre de telón que hace alusión a los labios vaginales de la mujer, nos permite saber que cada uno de nosotros tendremos nuestro momento de apertura o cierre; como la madre que puede ser preñada por su propio hijo.

LEMNISKATA es una producción de MOVES en coproducción nacional con el Conjunto Santander de Artes Escénicas (CSAE) y Cultura UDG; y en coproducción internacional con KAMPNAGEL de Hamburgo. 

Tendrá funciones este sábado 8 de octubre a las 17 y 19:30 horas; el domingo 9 de octubre a las 12:30 horas, en la Sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Contacto:

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  • Instagram: @lugo_photographer

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