Los periodistas, soldados de la democracia: Jon Lee Anderson

Para el periodista estadounidense Jon Lee Anderson, la pandemia de Covid-19 ha agudizado el estado de impasse en el que se encuentra Latinoamérica, región que está entre virar a la democracia o hacia el autoritarismo, lo cual aborda en Los años de la espiral. Crónicas de América Latina (Sexto Piso, 2020), en el que a través de la narración de sucesos, como el terremoto en Haití, y entrevistas, ofrece un retrato de la región en los últimos 10 años.

“El hecho de que el libro sale estando en este limbo que nos presenta la Covid-19, encaja perfectamente en mi mensaje del prefacio: hay que saber a qué atenernos, porque aquí el umbral está entre un futuro con democracia o sin ella; hemos llegado a un tope y a la misma vez la pandemia ha venido a complicar y agudizar ese dilema”, expresó el periodista.

Anderson, quien en la última década recorrió desde los ríos de la Amazonia hasta los campamentos guerrilleros en Colombia, señaló que debido al estado de “impasse político, social y económico” en el que se encuentra América Latina y Estados Unidos, el ejercicio periodístico juega un papel muy importante.

“El periodista o un escritor no puede hacer mucho más allá de alertar, instruir, intentar, familiarizar y es lo que he tratado de hacer con este libro; ojalá que eso signifique una toma de conciencia, que los lectores hagan con esa información lo que crean conveniente, los caminos por tomar, y uno de ellos es, para los periodistas, militancia con la verdad, sabiendo que la profesión misma está en jaque, y la democracia”, apuntó.

Anderson consideró que en un contexto como el que actualmente se vive, los periodistas son “soldados de la democracia”.

“Debido justo al declive de los valores democráticos, la degradación que uno ve por todos lados y el auge del populismo y el autoritarismo, creo que así es. Tenemos que activarnos más, incentivar a la juventud y a nuevas generaciones para entrar a la política; no para derrocar el sistema, sino para salvaguardar lo que existe; hay que conservar aunque sea en su forma más tibia esta democracia”, aseguró.

En Los años de la espiral. Crónicas de América Latina, Anderson aborda acontecimientos históricos como los acuerdos de paz en Colombia, el restablecimiento de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, así como el ascenso de Andrés Manuel López Obrador, en México; y Jair Bolsonaro, en Brasil.

Respecto al gobierno que encabeza el Presidente Andrés Manuel López Obrador, con quien estuvo durante la campaña rumbo a las elecciones de 2018, Anderson señaló que a dos años del triunfo de Morena, no termina por entender de qué se trata la Cuarta Transformación.

“No la comprendo del todo; entiendo que el señor López Obrador tenía grandes planes y sueños para México que sonaban muy bien; pero hasta ahora, no sé qué transformación ha habido. Estamos a la espera y ojalá se dé un cambio benéfico, positivo para México. Sería muy bueno que el país pudiera ser menos violento, económicamente más próspero, políticamente más democrático, sin tanta corrupción; no sé si criticando a la prensa se llega a ese fin”, externó.

Jon Lee Anderson lamentó los constantes señalamientos contra colegas mexicanos en las conferencias matutinas de Presidente López Obrador.

“Cualquier transformación política necesita obligadamente incluir la crítica a los que intentan conducir su profesión dentro de un marco de libertad de expresión. Todos sabemos que en países donde el presidente increpa a los periodistas hace angustiante y ansioso el ejercicio de la profesión, así ha sido en Venezuela durante años, ahora en el Washington de Trump y en la Rusia de Putin, en fin.

“Escuchamos poco de mandatarios belgas o suizos increpando a los periodistas, si es que lo hacen, al parecer es en privado, no con bomba y platillo, son de los países más democráticos en el mundo, en donde los presidentes saben que no deberían cruzar esa línea y criticar a los que intentan hacer su trabajo”, añadió Anderson.

“Una nueva revolución en México” 18 de junio de 2018

En primavera, mientras López Obrador y sus asesores recorrían el país, me sumé a ellos en varios viajes. En la carretera, su estilo es sorprendentemente distinto al de la mayoría de los políticos del país, quienes a menudo llegan en helicóptero a las paradas de campaña y se mueven por las calles rodeados por un destacamento de seguridad. 

López Obrador vuela en clase turista y viaja de pueblo en pueblo en una caravana de dos coches, con choferes que hacen las veces de guardaespaldas sin armas; no tiene ninguna otra medida de seguridad establecida, salvo los inconscientes esfuerzos por ocultar en qué hotel se hospeda. En la calle, la gente se le acerca todo el tiempo para pedirle fotos y él los recibe a todos con ecuanimidad (...)