Salen del baúl fotos inéditas de Nacho López

Cuando en los años 50 se mostraba la imagen de un México moderno, el fotógrafo Nacho López se encargó de retratar los rostros y barrios olvidados de la megalópolis: vecindades, pulquerías, billares, cárceles, así como prostitutas. Un testimonio que ahora puede apreciarse a través de una muestra que reúne 235 imágenes de su autoría, a 30 años de su fallecimiento.

La exposición retrospectiva Nacho López, fotógrafo de México hace un recorrido por la labor que realizó en ámbitos como el cine, la danza y en pueblos indígenas.Parte de este acervo que se exhibe a partir de mañana en el Palacio de Bellas Artes, nunca se había mostrado al público.

“El 99 por ciento de las fotos fueron trabajadas por Nacho López, sólo cuatro se imprimieron años después de su muerte. Queríamos enfrentar al espectador a la obra tocada, impresa, hecha y conceptualizada por él”, comentó ayer, José Antonio Rodríguez, quien junto con Alberto Tovalín, se encargó de la curaduría de esta exhibición.

Nacho López, a quien se le ha comparado con Henri Cartier-Bresson, dejó un importante testimonio de la danza mexicana de los años 50 y 60, por lo que en la muestra pueden observarse imágenes de la coreografía Zapata, de Guillermo Arriaga o a los bailarines José Limón y Guillermina Bravo, durante sus ensayos.

“Gracias a él tenemos un gran testimonio de la danza mexicana, no quisimos dejar de lado este aporte. Varias imágenes que se exhiben aquí son inéditas, el 80 por ciento”, destacó Rodríguez.

En el recorrido de la exposición que consta de seis secciones: “Yo, el ciudadano”, “Páginas visuales”, “Tierra y tiempo”, “Trastocación”, “Multidimensional” y “Lo Cinematográfico”, se pueden apreciar imágenes de las filmaciones en Cuba de En algún lugar del mundo (1959), una película de la que se tenía registro pero que nunca se proyectó, y hasta ahora pudo localizarse.

“Es una película que pagó el entonces dueño de Televisa, el productor la resguardo en negativos y se tiene que hacer un proceso de positivos, de edición, no hay guión”, detalló.

En la sección “Páginas visuales” destacan las fotos que Nacho López hacía a partir de historias que él mismo creaba como la interacción de las personas con un maniquí, que forma parte de la serie La Venus se va de juerga.

También se muestran las revistas donde se publicaron dichas imágenes.

“Desde su punto de vista irreverente Nacho López armaba la historia como debía ser leída, tenía libertad de hacer la puesta en página”, refirió José Antonio Rodríguez.

También se exhiben parte de sus experimentaciones con vaselina, papel fotográfico, óleo y acuarela, sus fotomontajes, sobreposiciones y foto-poemas, de los cuales estaca la serie Vasedactigrafías, que creó en 1981, sin negativos y sin cámara.

Como parte de las actividades paralelas a la muestra la Cineteca Nacional dedicará un ciclo de cine.

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