“Todo lo que pasó fue una actitud contracultural”

“Todo lo que pasó fue una actitud contracultural”
Por:
  • larazon

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Armando Ramírez, escritor, novelista, cronista y periodista mexicano escribió a los 17 años una novela que se llevó a la pantalla y que atrajo la mirada del público que se identificó con ella, uno que no estaba en la literatura de entonces, el barrio, como señala el autor. En entrevista con La Razón habla de cómo influyó el contexto de los años 60 en su obra, así como de la Literatura de la Onda.

¿Cómo influye la literatura de la onda en los futuros escritores? Influye en el desenfado e irreverencia del uso del lenguaje. Cuando uno lee a José Agustín utilizando palabras como “la onda” o “simón”, refleja el habla de los barrios. Esto da cierta libertad al expresarse y da hincapié a que la literatura vaya más allá de las palabras bien dichas para adentrarse a la cuestión popular. Tanto José Agustín como Gustavo Sáinz asumen actitud de clase media, pero en mi caso yo asumo la actitud de barrio y el hecho de la irreverencia de aquella época que se refleja en los jóvenes.

¿Esta época literaria tuvo mucha importancia? ¡Claro que sí!, de hecho hasta la fecha el mismo Juan Villoro usa el lenguaje popular y no sólo en la escritura literaria, también en el periodismo. No podría compartirte el número de escritores irreverentes que utilizan esta manera de expresar su enfado e inconformidad con la sociedad, esto se retoma de la misma literatura de la onda. La manera de expresarse es una enorme influencia de Agustín, de Sáinz, de Perménides y de René Ávilés, ya que ellos comienzan a escribir sobre la droga, la rebeldía y el rock.

¿Lo catalogas fuera del contexto de la literatura? Yo lo catalogaría como una actitud contracultural, ya que las cosas se hacían fuera de lo establecido, pero todo esto que se creía “fuera de contexto”, al final, terminó siendo asumido por la gran cultura; esto lo explica muy bien el mismo José Agustín en su libro La contracultura en México.

Al compartir tiempo con José Agustín en el programa Letras Vivas, ¿Recuerdas qué pensaba de la Literatura de la Onda? Nunca le pareció. De hecho a ninguno de los que se les catalogaba en esta cultura les gustaba; les parecía despectivo, ya que era mal vista por los críticos porque no está bien recibido, pese a que ahora sea más reconocido.

¿Tú catalogas a José Agustín como Literatura de la Onda? No, definitivamente no. Yo opino que Agustín nos abrió un campo enorme a la gente que escribía en ese entonces y nos enseñó que tú puedes hacer de la manera que quieras tu literatura sin temer a las vacas sagradas. Gracias a él, los jóvenes pudieron comenzar a publicar. ¡Incluso yo!, a mis 17 años me dieron la oportunidad de publicar mi primer libro; de aquí comenzó el enorme mercado juvenil.

¿Te causó alguna molestia este tipo de escritura? No, porque llegó a mí cuando era muy chavito. Yo me identificaba con los personajes que, tanto Agustín como Sáinz, utilizaban en sus textos. Yo les reconozco a todos los escritores la gran influencia que tuvieron en todos nosotros.

¿Cómo compararías esta época literaria con cualquier otro ámbito? Con el rock y el 68. Lo que el 68 hizo fue mostrarle al sistema político que los jóvenes estaban presentes (esto mismo pasó con “la onda”) estos jóvenes gustaban el rock y lo que hicieron Sáinz, Parménides y Agustín fue demostrar que los chavos existen. Esta onda muestra el espíritu rebelde que se puede escuchar en la rola “Tlatelolco 68”, de Banda Bostik.

Ya que el arte es la expresión del alma, ¿Por qué llegó a ser tan criticado este ámbito si a final de cuentas hacían literatura?Porque rompió con lo ya visto, con las buenas maneras, el buen gusto y toda esa cultura de camisa almidonada, con cuello rígido, saco y corbata. La vitalidad tan tremenda de la actitud de los jóvenes utilizando lenguaje de los barrios era muy mal visto, pese a que ahora ya la mayoría de la gente habla con palabras altisonantes, la literatura de la onda llegó a romper toda la cotidianidad por llamarlo de cierta manera.

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