Traslape

Traslape
Por:
  • raul_sales

Desperté desorientado y mareado, como si tuviera una resaca de mezcal combinada con vodka y aderezada con vino blanco. No podía enfocar bien la mirada ni recordaba cómo había llegado a la cama, mejor dicho, no recordaba ni en dónde estaba la cama en que me encontraba acostado. Bajé una pierna para hacer tierra, cerré los ojos e inhalé profundamente, casi de inmediato sentí arcadas y me giré para vomitar violentamente, casi esperaba sentir el sabor del alcohol pero no, solo sentía el amargo ardor de la bilis. Ligeramente mejor después del asqueroso proceso que siempre me había desagradado y pude pensar con un poco más de claridad. Enfrente de donde me encontraba, estaba una mesa de madera que por lo ajada y maltratada que se veía, seguro tuvo épocas mejores pues, en algunos lugares, aún se notaba el desvaído blanco que indicaba el color que lució en sus tiempos de gloria. Sobre ella había un frasco de vidrio de alguna salsa de tomate pero que en esos momentos tenía un líquido mejor... agua.

Me levanté con dificultad, mis piernas estuvieron a punto de flaquear cuando me erguí pero lograron sostenerme, renqueé hasta la mesa y me bebí de golpe el agua, nunca nada me supo tan excelso como esos tragos de agua fresca.

Seguía desorientado pero no era ni cercano al estado en que me encontraba momentos antes, seguía sin tener idea de cómo había llegado a ese lugar que no conocía pues si algo tenía claro es que no conocía nada de la cabaña desvencijada en que estaba, nada me era ni remotamente familiar, la angustia empezó a llenar mi mente, tener huecos en la memoria era algo que había escuchado pero que nunca experimenté, solo eso era suficiente como para provocarme un ataque de pánico a pesar de que ese sentimiento tampoco era algo a lo que estuviera acostumbrado, solía ser racional y analizar cada aspecto y paso a dar, desde niño fui así, eso me hizo sobresalir en la vida estudiantil y laboral, así que tenía que seguir esas pautas cómodas para mí. Me serené e intenté reconstruir desde donde mi memoria se hacía presente.

Recordaba la celebración posterior a la colisión de partículas, el pequeño agujero negro que por infinitesimales instantes había demostrado la teoría de doblar el espacio a través de agujeros de gusano, la investigación práctica ni siquiera tenía fecha de inicio pero, la demostración había derramado carretadas de dinero provenientes desde gobiernos hasta empresarios privados y es que no era para menos, las posibilidades eran infinitas, el espacio se reduciría a cruzar de un lado a otro, claro, para que eso se hiciera realidad se necesitarían décadas antes de tener la tecnología suficiente, el control y después de eso décadas más para las pruebas de ensayo y error pero, en esos momentos, eso era lo último que nos preocupaba, el primer paso estaba dado.

La celebración fue intensa, quizá por eso en un primer momento le atribuí la terrible resaca a la misma, pero ya con la mente clara recordé el alardear frente a la joven mujer de nombre efímero con piernas inolvidables acerca del trabajo hecho y como sería gracias a mí, cambiaríamos el mundo. Recordaba cómo mi descripción del concepto de viaje espacial le vidrió los ojos y como cuando le hablé de cómo seríamos capaces de comprar en París en la mañana, dormir la siesta de la tarde en Bora-Bora y cenar en Nueva York si así lo quisiéramos, sus ojos brillaron por la emoción. Estaba tan ebrio que la llevé al acelerador de partículas para hacerle una demostración de mi trabajo y de cómo hicimos el amor sobre aquella extraordinariamente costosa pieza de ego tecnológico.

Y luego aquí...

No recuerdo nada, por la única ventana de la cabaña alcanzo a ver una penumbra rojiza sobre un suelo agrietado, como si nunca hubiera caído gota de agua, me arrepiento inmediatamente de haberme acabado hasta la última gota del frasco, pensar eso es síntoma de que ya empiezo a funcionar, ya estoy viendo posibles escenarios aunque hasta el momento, el único que vislumbre sea morir de sed.

Recorro la habitación, no hay estufa ni lavabo, sólo la cama, la mesa y una silla como mobiliario, al fondo unas tablas dan la impresión de ser un precario librero aunque no contenga algo que se asemeje a libro alguno, encima sólo hay un rollo de algo que parece entre pergamino y piel curtida. Sin más que hacer, lo tomo y lo extiendo sobre la mesa poniendo el frasco encima de lo que pasa por una punta de ese extraño lienzo hexagonal. Hay unas líneas cuneiformes, otras asemejan lengua árabe pero estoy seguro que no lo son, una extraña secuencia de rayas con puntos y al fin reconozco letras, aunque no puedo leer lo que dicen pues están en alemán, sigo recorriendo lo que ahora sé, son distintos tipos de escritura, algunos tan raros que sería imposible describirlos. Siento cómo me da un escalofrío al encontrar un escrito en lengua que conozco, las manos empiezan a temblarme cuando inicio la lectura.

"Estimado desconocido:

Antes que nada permíteme felicitarte por lograr lo que he terminado por llamar "traslape" pero que seguro tú lo llamarás como sea que en tu lugar llamen el doblar el espacio-tiempo. Seguro te preguntarás qué haces aquí, bueno, pues como te dije antes, lo lograste, doblaste el espacio y te trasladaste de un punto a otro en un instante, ¿cómo lo lograste? no sé, cada uno de los que supongo escriben en este pedazo de piel extraña (que proviene de un vegetal que se comporta como animal o un animal que crece como vegetal, ve tú a saber) deben de decir algo similar a lo mío aunque nunca he podido traducir nada excepto el alemán que confirmó lo que creía. Dejaré de dar vueltas (pero es que no hay nada que hacer como pronto te darás cuenta) y te contaré cómo llegué aquí. De donde vengo, llegamos a la Luna y después de esa breve carrera espacial dejamos de seguir intentando colonizar el espacio, digamos que nos conformamos, el punto es que cuando nos dimos cuenta del destrozo de nuestro planeta decidimos salir de él pero oh, sorpresa, nada en nuestro sistema sustenta vida, así que decidimos probar con exoplanetas y como nadie quería quedarse atrás, intentamos construir un motor hiperlumínico, baste decir que hasta donde yo sé, no funcionó, yo terminé aquí y supongo que los otros 21 tripulantes terminaron en polvo sideral. Por lo que leí del alemán y mis propias teorías es que existen múltiples universos, algo así como los gatos cuánticos de F. Pohl (y si no lo leíste o no existió de donde vienes, pues ya te fregaste que no lo harás nunca), pero a diferencia de lo escrito por Pohl no tenemos múltiples versiones, simplemente son universos diferentes que están unidos como si fueran una inconcebible tira de cuentas y donde el hilo es un agujero de gusano, efectivamente, los agujeros de gusano atraviesan pero no doblan el espacio o el tiempo, sólo atraviesan y como todo inicio tiene un final, aquí estás, en el alfa y el omega, en el big-bang-crash-kaboom-caput. Disculpa mi lenguaje pero creo que me estoy divirtiendo por primera vez en los 17 años (al menos eso dicen las rayitas que verás en la parte de atrás del cobertizo) que llevo aquí. Ah, otra cosa, no te preocupes por agua, el frasco se llena solo y no me preguntes cómo, que nunca pude averiguarlo y por comida tampoco, aquí en el inicio y el final de los tiempos, no necesitas comer, no tienes hambre, estás atrapado en una micronésima de segundo eterno... estás en el nudo de la tira que une universos, así que, nuevamente... ¡¡¡Felicidades!!! jajajajajajajaja.

P.D. Nos vemos en el desierto."

Terminé de leerlo y aunque me negué a creer lo que decía el bufón que escribió eso, sabía que era verdad, tenía lógica, era un bucle temporal, lo habíamos analizado como probabilidad pero, como la teoría explica la imposibilidad de los viajes en el tiempo, supusimos que el agujero de gusano era como cruzar el punto de tinta en la servilleta doblada para después desdoblarla...

Infinidad de universos uno sobre otro, unos sobre otros y yo, viajando a tanta velocidad que parezco inmóvil, trasladándome a distancias tan inconmesurables que siempre me regresan al mismo lugar... infinidad de universos traslapados y yo... atrapado.