Ximena Pérez Grobet realza el valor del libro como arte-objeto

La artista Ximena Pérez Grobet considera que un libro es una obra de arte, un objeto con un valor estético donde caben “muchos elementos, tanto gráficos como literarios y plásticos” que lo hacen único. Se ha enfocado en romper con el imaginario colectivo que sólo ve a los libros como un contenedor de contenido, ella los piensa como una pieza digna de exponerse como cualquier pintura, escultura o instalación.

Parte de ese trabajo que ha realizado lo presenta en la exposición Adsum. Libros de artista, en la cual muestra alrededor de 20 piezas de una disciplina que, según la autora, es relativamente nueva. Se trata de libros que, tanto por su composición como por su contenido, poseen un valor artístico en sí mismos.

Ximena Peréz Grobet explicó, en entrevista para La Razón, que en esta disciplina, los libros son hechos por artistas, donde cada autora o autor tiene la libertad de combinar elementos tanto de material como de contenido dentro de una pieza: “El libro es un formato de expresión donde caben muchos elementos, tanto gráficos como literarios y plásticos, que se pueden trabajar para lograr hacer un libro de artista”, dijo.

Aseguró que resulta difícil romper el concepto que se tiene del libro común, pues se trata de un formato demasiado preestablecido, que pocas veces se valora, y definió a este objeto como un contenedor de contenido. Por otro lado, contrastó la diferencia que hay con el libro de artista, pues aseguró que en cada pieza de esta disciplina se mantiene una relación directa entre el contenido y el contenedor.

Pérez Grobet detalló algunas de las piezas que el público podrá ver en la muestra: “Hay un libro que hice en el 2018 para conmemorar la matanza de Tlatelolco. Es una caja con 50 tarjetas y cada una corresponde a cada año que se va cumpliendo. La primera, del 2 de octubre del 68, es color rojo y conforme pasan las diferentes tarjetas de cada año, se van oscureciendo, hasta llegar al color negro del 2018. Es una manera de hacer un homenaje cromático, donde el rojo representa la sangre del 68 que se transforma en el luto del 50 aniversario”, explicó.

Agregó que hay una pieza que trabajó a partir del registro arrojado por el monitor holter, que mide el ritmo cardiaco durante 24 horas: “Este estudio es de un grafismo increíble. Lo que hice fue respetar todo ese grafismo y transformarlo en libro. Es una propuesta que alude a la lectura de los signos cardiacos, donde la topografía del corazón se vuelve la tipografía del libro”.

Para la artista, fueron una serie de circunstancias las que la acercaron al mundo de los libros, pues jamás imaginó, como tal, dedicarle su vida a esta disciplina: “Estaba en una escuela primaria en la que el sello era una imprenta y en el salón de clases cada grado tenía una caja de móviles donde formábamos textos del Día de la Madre o del Día del Padre y los imprimíamos o hacíamos libros”, dijo.

“Estudié diseño industrial, luego fui trabajando en diseño editorial, empecé en Ediciones El Equilibrista, y a partir de ahí me familiaricé con el libro. Fue hasta que llegué a una estancia en Nueva York, en un taller de libros de artista, donde entendí que era eso lo que yo quería desarrollar como lenguaje”, contó Pérez Grobet a este diario.

Ésta es la segunda ocasión en que la artista expone su obra en México. La muestra se presenta en la Galería 526, del Seminario de Cultura Mexicana, hasta el próximo 25 de septiembre. Asimismo, el sábado 3 de septiembre se llevará a cabo la presentación del último libro que editó la autora.