F1: En medio de polémica, el Gran Circo inicia en el Gran Premio de Baréin

Por: Martell Nucamendi 

El Instituto de Bahrein para los Derechos y la Democracia (BIRD) escribió un comunicado al CEO de la F1, Stefano Domenicali.

El campeonato de Fórmula 1 de este 2023 debutará el próximo 5 de Marzo en Baréin; antes de eso, el Instituto de Baréin para los Derechos y la Democracia expresó su inquietud a la FIA de "lavar deportivamente las imágenes manchadas de sangre"

El sportswashing es un término que se ocupa para señalar a algunos eventos deportivos que se llevan a cabo para mejorar la “reputación” de un país, desviando los conflictos que éste presente, sobre todo en materia de derechos humanos y/o corrupción.

BIRD pide que: “La F1 debe iniciar una investigación independiente e imparcial para examinar el papel de sus carreras en las violaciones de derechos humanos, y la FIA debe adoptar una política de derechos humanos coherente con los principios de la ONU.”

Un representante de la F1 dijo que en su postura con sus socios y países anfitriones se comprometen a “respetar los derechos humanos en la forma en que se organizan e imparten sus eventos”, pero la FIA declaró “que no puede interferir en los asuntos internos de un Estado soberano”. 

Organismos de Derechos Humanos reportan sportswashing en F1

En 2020 Amnistía Internacional sacó un comunicado en vísperas del Gran Premio de ese año, destacando “la existencia de juicios injustos, la vulneración de los derechos de las mujeres o la imposición de condenas a muerte…”.

En 2021 confirmó que el gobierno seguía cometiendo violaciones graves de derechos humanos, entre ellas tortura y otros malos tratos; puñetazos, patadas, azotes con mangueras por parte de los guardias penitenciarios..

“En lugar de tratar de lavar su imagen con un evento deportivo como este y ocultar tras el brillo de la alta velocidad su lamentable historial de derechos humanos, el gobierno bahreiní debe derogar de inmediato las leyes que criminalizan la libertad de expresión y debe acelerar la excarcelación de todas las personas presas de conciencia”.

También acusó a Azerbaiyán, Emiratos Árabes Unidos o Arabia Saudí de organizar Grandes Premios con el fin de “lavar” su imagen exterior.

Actualmente se sigue condenando que cualquier persona que critique al gobierno puede ser encarcelada, aumentando la cifra de presos políticos, además, continúa negando la entrada a observadores independientes de derechos humanos. 

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