Lewis le pone sabor a la lucha por el título

Lewis Hamilton consiguió la victoria que necesitaba para mantener vivas sus esperanzas de coronación en la Fórmula 1, al imponerse ayer en el Gran Premio de Estados Unidos por cuarta ocasión en cinco años.

El británico redujo a 26 puntos la ventaja de Nico Rosberg, su compañero en Mercedes, quien continúa como el líder del campeonato, cuando le restan tres carreras a la temporada. El alemán finalizó segundo, por delante del australiano Daniel Ricciardo, de Red Bull, para conservar una ventaja relativamente cómoda sobre Hamilton.

Rosberg no tiene que ganar ninguna de las últimas tres carreras restantes para conseguir su primer título de la F1, incluso si Hamilton las gana todas. Con dos segundos lugares y un tercero, el alemán se echará el cetro a la bolsa. Pero ello significa también que Rosberg no puede tener una mala carrera.

Hamilton largó primero y tuvo uno de sus mejores comienzos de la campaña, con lo que se enfiló a su séptimo triunfo en el año y el 50mo de su carrera.

El británico de 31 años consideró la carrera en Texas un “buen terreno de caza” para él y el lugar perfecto para acercarse a Rosberg. Hamilton ha dominado el Circuito de las Américas desde que la pista abrió sus puertas en 2012, y su victoria de 2015 sobre el piloto alemán aseguró su segundo campeonato de la Fórmula Uno consecutivo.

Pero la temporada continúa la próxima semana en la Ciudad de México, donde Rosberg ganó el año pasado.

El actual puntero afirmó que no se conformará con asegurar un segundo puesto y tratará de ganar careras en el último tramo del año, mientras va en busca del primer título de su carrera con el que igualaría el campeonato logrado por su padre, Keke Rosberg, en 1982.

El mexicano de la escudería Force India Mercedes, Sergio Pérez, acabó en el octavo sitio, llegando a 84 unidades para afianzarse en el séptimo lugar de la competencia de pilotos.