La Cañita (Gourmet punk bar)

La Cañita (Gourmet punk bar)
Por:
  • carlos_velazquez

El doce de diciembre, of all fechas, Ali Gua Gua (guitarrista de Las Ultrasónicas) y Diana Torres, alias La Pornoterrorista, abrieron La Cañita, centro cultural que cura crudas, alimenta a comensales y agasaja a los amantes de la música.

Conocí el lugar por invitación de Wenceslao Bruciaga, quien celebró ahí su cumpleaños, y le pedí a DJ Guaguis que platicara conmigo acerca de la propuesta. El Cañita no acepta pagos con tarjeta por el simple motivo de que no tiene wifi. Es un espacio que busca privilegiar la convivencia orgánica. Realizan eventos de todo tipo y son partidarias de la cultura del vinyl. Además de contar con una carta por demás interesante. La mezcla de cañas (por la raigambre española de Diana) y mariscos por parte de Ali lo hacen único y original. En un lugar como la Ciudad de México los lugares de inclusión como La Cañita son verdaderos oasis para refugiarse de la hostilidad del rapel social. Aquí no hay cadenero, pero sí mucho sabor y tolerancia con la diversidad.

Ancladas en la Doctores (Doctor Andrade 24), Ali y Diana están demostrando que la cultura puede esgrimirse desde cualquier rincón de la urbe.

Cómo surgió la idea de montar el bar.

Con Diana mi socia y compa siempre quisimos hacer algo juntas. En una gira por España en el verano del 2017 (ella presentando su libro y yo tocando como DJ) empezamos a fantasear con la idea de una marisquería bar porque lo que más nos gusta en la vida es comer, beber y la música. Un lugar que tuviera el sazón de Veracruz combinado con el de Madrid y cañas bien tiradas.

Has sido guitarrista, dj, y ahora co-propietaria de un bar. ¿Qué representa para ti lo multicultural?

Es un reto y una motivación, probar cosas diferentes. Nunca me han gustado las etiquetas o encasillarme. Estudié cine, canté en una banda de cumbia, publiqué en libros, periódicos y revistas, tuve programas de radio, hago canciones, toco la jarana, rapeo. Creo que hay que poner en práctica lo aprendido, que nos sirvan las experiencias, de eso se trata la vida.

"No entendemos por qué las cosas ricas y de calidad tienen que valer un ojo de la cara".

No abrieron un lugar en la Roma o la Condesa. Lo hicieron en la Doctores. De dónde surge la necesidad del espacio alternativo. De alejarse de la gentrificación.

Llevo doce años viviendo en la Doctores, me encanta porque está enmedio de todo pero no tiene ese protagonismo mamón de otras colonias. Sí se siente el barrio de alguna manera, un barrio bonito y al mismo tiempo peligroso, muy auténtico, que te hace estar al tiro. Hay lucha libre y olor a marihuana en todas partes y todavía es relativamente barato. Siempre pensé en que si abría algo iba a ser en la Doctores, porque aquí vivo.

La Cañita es un guiño a tus raíces jarochas, pero también un espacio de inclusión, ¿simboliza el paraíso perdido?

El paraíso encontrado. Sinceramente siempre quise encontrar algo como La Cañita: un lugar donde la puerta estuviera abierta siempre, donde todxs fueran bienvenidxs mientras respetaran. Sin un gorila en la puerta revisando tus pertenencias, pidiendo que te identifiques o esculcándote. Con comida, bebida y música increíble y una mezcla de personas muy diversas y divertidas. No entendemos por qué las cosas ricas y de calidad tienen que valer un ojo de la cara. ¡Somos punks gourmets!

Tienes ya una amplia trayectoria, y sin embargo no has dicho todo, ahora abres un bar. ¿La aventura sigue siendo un componente de tu visión del mundo?

Totalmente, es un gran desafío, quería estar del otro lado. Llegaba a tocar a lugares y decía, esto sí, esto no, este lugar podría estar bueno pero... tenía la espina y en lugar de criticar, mejor hacerlo y experimentarlo al lado de quien comparte esta visión conmigo... ¡¡¡Una chinga!!! No lo sabía, pero quería entender cómo funciona, tener más empatía con los venues y con la gente que ofrece un servicio. También era urgente una programación musical interesante, gratuita y con propuestas chingonas que generen una pista de baile safe space, donde todos convivamos sin sentirnos juzgados o acosados.

Cuál es la satisfacción más grande que tú y tus socias han obtenido de esta aventura.

Lo más bonito para mí es pensar que Diana y yo tuvimos esta idea y lograrla ha sido como la expresión más hermosa de nuestro amor. La gente, los clientes, los vecinos y amigos que vienen también lo notan y nos dan feedback de amor que manifiestan de muy curiosas maneras. Cuando los veo sonreír sé que pude hacerlos un poquito más felices. Eso es hermoso, una satisfacción que reconozco y agradezco.