Quítate la ropa, América

Quítate la ropa, América
Por:
  • idalia_sautto

1.Me encontré con un libro que no conocía. Se llama “Sucede que soy América”, un poema de Allen Ginsberg traducido, interpretado, recontextualizado, trasladado y transformado por escritores latinoamericanos. La edición reúne poemas que vale la pena leer más de una vez. El libro es hermoso en su edición; impreso en riso a dos tintas, azul y rosa por Cooperativa Cráter Invertido. Manuel Bueno diría que tener el rosa de la riso es como tener una chamarra roja que no puedes usar todos los días. Yo digo que bullshit. Los autores no quieren dar nada pero dan todo. Perdón, los editores no quieren dar nada y no lo dan.

2. Ciudad de México, 14 de noviembre de 2017. El jabón Palmolive cuesta 21 pesos en la recaudería. Es más caro que comprarlo en una Bodega Aurrerá, pero aquí observo la estantería, los plumeros que han teñido de color rosa y amarillo. Estoy sola en la tiendita, no tengo que hacer fila, ni tengo que comprar más, sólo el jabón. La señora me enseña los tipos de jabón que tiene, los saca de una estantería en donde hay jergas azules. Dos gatos duermen en una silla. Belisario Domínguez, en este momento, suena el cincel y la piedra, porque están protegiendo la ciclovía recién marcada. Vengo del “balazo”, así se llama la fonda en donde como casi todos los días. Fue un problema que me cobraran el menú. Nadie quiere cambiarte un billete, será porque tienen la cara de sapo de Diego Rivera. El organillero toca Las mañanitas, no les daré ningún peso, que se muera la tradición.

Raúl no ha dejado de gritar “Gol de México”. Raúl lleva viviendo en la calle lo que yo llevo viviendo en el Centro. Siempre que lo veo pienso que el activo no lo matará nunca. Ahora se le metió esa voz de locutor y en el juego que está viendo México siempre mete gol. Prolonga el goooooooool mientras camino en su dirección. Tengo que cruzarme la calle porque tiene la banqueta completamente orinada. Pienso en qué diría Clarice Lispector en esta situación.

 

"Me quedo sentada frente a la capilla octogonal que está en la plaza de la Concepción. Siglo xviii yuxtapuesto con realidad del siglo XXI. En la revolución apilaron cadáveres en esa misma capilla”.

 

El sol me está quemando los brazos y el aire helado me reseca las mejillas. Aquí nadie se acuerda que tembló. Como cuando se muere una persona. Los primeros meses da amnesia. Hace dos meses se murió sepultada la gente. Ya se siente el invierno de la Ciudad de México. Me he pintado la boca de rojo carmín porque quisiera disfrazar mi cansancio con ese color. La verdad es que estoy harta.

3. Sólo quiero que pasen las seis de la tarde para sentirme moralmente bien y pueda destapar un vino tinto. Y para mí misma diga: salud, esto es por la publicidad.

¡Salud, esto es por América!

Pero por América Pacheco, la única persona en mi agenda de contactos del Skype para la que no he perdido. Cuando la veo en su fotografía de perfil está de pie, el aire mueve su cabello, está cruzando un puente en París, sonríe, cruza eternamente ese puente. Escribo en el chat:

Hola, América, y ella responde, invariablemente, hola reina, cómo estás.

América, tú eres mi sistema operativo. Tú eres mi Samantha. ¿América, también me lees en estas hojas del periódico? Quiero que cierres tus ojos, por un momento, cuando leas esto yo imaginaré que estás a mi lado y me das un abrazo, largo largo abrazo.

—América voy a salir a comer.

Tengo hambre y apenas son las 13.30.

¿Cuándo será trending topic América?

“Tu puta madre es mi animal mitológico favorito”, es la primera frase que se lee en su cuenta de Twitter. América es madre de dos hijos, uno moreno y uno güero, eso también es el resumen del continente. Ella es metáfora, analogía y persona, tres tazas de café. Lost in translation diría que América es tretår, palabra en sueco: tår una taza de café; patår, una segunda, tretår es por tanto una tercera. América eres tres tazas de café. Quiero que tu cabello largo huela al mismo champú y que tu sonrisa siempre esté disponible en mi Skype.

4. Pero la realidad es una triste noticia. Lo único de lo que habla la gente es sobre cómo los italianos no irán a Rusia 2018 y PJ Harvey toca en México. ¿Ya no se acuerdan del temblor? En la Obrera ya no existe el memorial. En la Juárez la calle de Nápoles sigue cerrada. El Imperial ya está haciendo tocadas y enfrente tienen un cementerio de escombro y personas muertas, esa malla ciclónica no va a levantar todo ese escombro. Unas escaleras derruidas coronan el predio. ¿Quién lo levantará?

5. Supongamos que yo soy México. Otra vez me estoy hablando en voz bajita. Estoy sola y la verdad tengo miedo de mí misma. Seré sincera: podría asomarme por la ventana, tomar aire y aventarme. Porque perdí. Porque sigo perdiendo. Porque cuando escribo no corrijo los gerundios y la gente que sabe de letras me critica. También dicen que últimamente estoy más gorda, yo digo que bullshit. Aunque sigo perdiendo. ¿Por qué la gente es tan mierda?

La única mentira que he dicho es esta: no me llamo México.

Cuando estaba en el metro de París los espectaculares decían Visit Mexico. En inglés y con esa tipografía y colores que usa tanto este gobierno gay friendly. Yo hubiera querido leerlo en francés. Leer Mexique en lugar de México. Nunca se está en el lugar correcto. Llegas a una ciudad para sentir nostalgia de otra, y así y así.

6. México, 2017, todos los libros cuestan más de 200 pesos. No pude comprar ninguno, no puedo pagar los impuestos de este mes y dos amigos me pidieron un recibo de honorarios prestado, no puedo decir que no. No puedo decir NO porque me cobran sus impuestos. No puedo cobrarles yo a ellos.

Imagino que el SAT viene por mí. Que me da una cifra que no puedo pagar y se mete a mi cuenta de banco y toma todo mi dinero.

Imagino que el SAT se quita la máscara de puntos azules y oh sorpresa, su frente dice Visita México. Por favor, que el SAT no se llame SAT. México tiene un brazo en forma de península y una colita también en forma de península. Yo no puedo ser México porque yo no soy el SAT y no tengo penínsulas. Pero sucede que sí soy México, la geografía me hizo mexicana. Y tengo vergüenza.

7. Se me colorean las mejillas cuando me da vergüenza. Tengo pena de confesar que le grito a mi gato. Es el único ser vivo con el que me desquito cuando sé que he perdido. Mi gato es blanco con gris. Se esconde debajo de la cama cuando eso pasa. Le grito groserías que no quiero repetir ahora porque estoy sobria porque debo contenerme, porque debo seguir pensando que este año con su terremoto y sus crisis no ha sido tan horrible como (todos los mexicanos) creemos que ha sido.

[caption id="attachment_699194" align="aligncenter" width="1068"] Foto: Alex Tapia[/caption]

8. 2017, un año por recordar. Esta ciudad me sacudió y me rompió las esperanzas, rompió una ventana y una tacita de porcelana que había comprado en Tepoztlán. Rompió los edificios. Rompió la cara de las personas que conocía y que se quedaron calladas. Rompió simbólicamente al gobierno pero ese nunca se rompe, es como el video de Fantasía en donde cada astilla se vuelve una escoba nueva. Así surgieron ladrones después del temblor. O ya había pero ahora fue más obvio. O las heridas estaban completamente expuestas y dolió más. Ese día no dije nada, tampoco el siguiente. Después de una semana le escribí a Graciela, ¿puedes rezar por mí? Te pido que reces por mí, porque no me sé de memoria ninguna oración y tengo ganas de rezar o de llorar o de las dos cosas. Hay una pieza dentro de mi ser que se rompió ese 19 de septiembre.

México soy yo. Yo también soy México.

9. Estoy obsesionada con este libro sobre América. Salgo a caminar. Me quedo sentada frente a la capilla octogonal que está en la plaza de la Concepción. Siglo xviii yuxtapuesto con realidad del siglo xxi. En la revolución apilaron cadáveres en esa misma capilla. Ahora está tomado por indigentes. Sus claraboyas me enloquecen. Leo completo el poema de una puertoriqueña, “América me dan sentimiento los conserjes”. Sigo leyendo: “Hamérica, algo anónimo ya se practica”. Pienso en la edición del libro. Voy a la hoja legal y leo los nombres de los autores. Me costó 120 pesos mexicanos. Debí comprar otro, para darlo de regalo, pero todavía no sabía que me iba a gustar tanto, todavía no sabía que yo soy México

“Nuestros recursos naturales consisten en piedras acumuladas con un poco de arte en pocos siglos arte barroco de mediana factura playas de belleza perturbadora millones de genitales para uso moderado millones de poemas impublicables grandes trozos de cielo contaminado drogas de múltiples facturas el terror de los cárteles la música de los cárteles las botas puntiagudas de los cárteles las fosas de los cárteles los cuerpos troceados de los cárteles las montañas de dólares de los cárteles volcanes vomitando humo como calderas al vacío”, escribe Luis Alberto Arellano.

América no puede ser que tengas tantos muertos jóvenes. Quiero decir, que se mueran los viejos. Pero todos son muertos jóvenes. América, todos esos muertos, todos esos muertos, todos esos muertos, ¿qué harás con tantos muertos?

Un mariachi vestido de negro cruza la plaza. Quiero llorar en este piso. No me importa que existan sólo para el turismo. Quiero ir ahora mismo y pedirle perdón a Raúl por intentar borrar su existencia cuando esquivo su mirada, cuando extiende su mano llena de vendajes y tierra. ¿Pero no es acaso la conmiseración el peor de los sentimientos?, ¿no se murieron todos los hombres en el siglo xix por eso, por sentir lástima y después matarse entre ellos?

10. América debes saber que ya nadie lee periódicos impresos. Un indígena como presidente, ¿lo habrá podido pensar Allen Ginsberg? La única revista que leían en mi casa era el Reader’s Digest. Yo también lo llegué a leer y no me pasó nada. Aquí estoy sentada en una plaza leyendo pero en mi mente estoy gritándole a mi gato que se vaya a la chingada. Me siento mal. Soy una mala persona. Perdóname Pavlova, perdóname Phantro, necesito su redención porque yo no creo en ningún Dios.

Y ahora sólo tengo en mente buscar el guión de la tercera temporada de Rick & Morty porque quiero copiar aquí unas frases reveladoras sobre la existencia, sólo para comprobar que Nietzsche tenía razón. La historia está enferma de teorías que no superan la modernidad. Necesitamos enfermarnos de locura de nuevo, pero una locura prístina que ningún electroshock o tafil o raya de coca pueda curar.

The universe is basically an animal. It grazes on the ordinary. It creates infinite idiots just to eat them. You know, smart people get a chance to climb on top, take reality for a ride, but it›ll never stop trying to throw you.

Traducción: México es básicamente un animal. Se roza con lo ordinario. Crea idiotas sólo para comérselos. Y bueno... las personas inteligentes tienen la oportunidad de subir a la cima, toman a México de la mano, salen a dar un paseo, pero recuerda que jamás dejarán de intentar tirarte, pisarte y escupirte.

América, esto es un resumen del 2017.

México siempre mete gol, aunque sea en la realidad de un indigente.