Adiós al Rey del bolero que inspiró a través de su canto

Adiós al Rey del bolero que inspiró a través de su canto
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  • la_razon_online

Yo no le tengo miedo a la muerte, soy muy feliz”, solía decir el llamado Rey del bolero, Lucho Gatica, quien ayer falleció a los 90 años, en la Ciudad de México, dejando un legado a su natal Chile, y a nuestro país, que lo acogió por más de medio siglo y donde consolidó su fama más allá de las fronteras de Latinoamérica, gracias a su voz aterciopelada, que revolucionó la manera de interpretar un bolero como lo constató con “Historia de un amor” y “Contigo a la distancia”.

Su fallecimiento lo confirmó su hijo, el actor mexicano, Luis Gatica, quien en redes sociales sólo le dedicó las palabras: ¡Buen viaje! Te amo!, sin detallar la causa del deceso. Horas después de que se propagara la noticia, el presidente de su natal Chile, Sebastián Piñera, anunció que el próximo jueves se declaraba un duelo nacional.

Con su voz e interpretación, lo mismo inspiró a Paul McCartney, que a Luis Miguel y Elvis Presley. Por ello, su muerte dejó un hueco en el mundo de la música.

Llegó a México en 1957 y aquí fue donde desarrolló la mayor parte de sus 70 años de carrera, en la cual grabó 13 discos, el último, titulado Historia de un amor lo lanzó a los 85 años. En éste logró conjuntar a artistas de la talla de Laura Pausini, Pepe Aguilar, Miguel Bosé, Olga Tañón y Ricardo Montaner, por mencionar algunos.

Nuestro país fue donde su interpretación de “No me platiques más” superó el millón de copias vendidas y el sitio en el que grabó otro de sus boleros que lo inmortalizaron, “Tú me acostumbraste”.

"Este jueves habrá duelo nacional porque, a sus 90 años, nos ha dejado el gran Lucho Gatica, el Rey de los Boleros. Tremendo músico chileno, reconocido mundialmente por su talento y muchas veces condecorado por sus méritos. Mis oraciones y más sentido pésame a su familia y amigos”

Sebastián Piñera

Presidente de Chile

Por su prolífica carrera, es uno de los dos chilenos que cuenta con una estrella en el Paseo de la Fama en Hollywood. El otro es Don Francisco.

Su carrera comenzó en su infancia cuando su hermano Arturo Gatica lo invitó a cantar con él en la radio Rancagua, Chile, donde nació. Su talento y la irrupción del bolero en su país de origen llevaron a Luis Gatica a destinar su vida a este género musical, en el que se estrenó con la canción “Me importas tú”.

En 1953 emprendió su primera gira musical que lo llevó a Colombia, Estados Unidos, España y Reino Unido. Su segundo tour internacional fue en Perú, Brasil y Lima.

Seis años después, en España se ganó el título de “rey del bolero” cuando debutó en el parque de El Retiro de Madrid, donde fueron éxito las canciones “Sabor a mí” y “La barca”.

Después de una estancia en Estados Unidos, en la década de los 90 su carrera resurgió cuando el cantante Luis Miguel incorporó boleros de Gatica en su repertorio, lo cual se convirtió en un éxito para ambos. Incluso los intérpretes llegaron a compartir escenario.

Su trayectoria no sólo se concentró en el ámbito musical, pues también actuó en 15 películas, entre éstas No me platiques, Teatro del crimen y Cada quien su música.

En la literatura fue inmortalizado en libros del Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, como La tía Julia y el escribidor, donde narra su visita a Lima, Perú.

Por todo lo anterior, artistas lamentaron su pérdida. Uno de ellos fue Beto Cuevas, el cantante chileno y exvocalista de La Ley, quien en Twitter escribió: “Lucho Gatica, una gran voz que le habló al corazón de millones de personas en todo el mundo. Fue un gran hoonr el haber podido cantar contigo en tu disco homenaje.

El Dato: Los Beatles, fueron influenciados por Gatica, al realizar su propia versión de “Bésame mucho”, que conocieron a través de la voz del chileno.

http://www.youtube.com/watch?v=SQGcQXnOFYw

La voz que detenía el tiempo

Carlos Olivares Baró

La historia del bolero es una crónica de azares recurrentes: los principales países cultivadores del género (Cuba, México, Colombia, Puerto Rico, Dominicana, Venezuela…) tejen una red manchada por las tintas suplicantes del deseo. El mar Caribe, cómplice y testigo, baña con sus espumas el desborde de la pasión que nos define como animales que amamos.  / El chileno Lucho Gatica (1928–2018)  lo sabía muy bien, con su  atractiva figura y su estilo inconfundible se convirtió en el sueño de miles de admiradoras de Hispanoamérica. Llegó a Cuba en 1954 para cantar “Sinceridad”, el gran éxito que lo respaldaba; Olga Guillot lo introdujo en el filin y se aprendió “Contigo en la distancia” y “En nosotros”. Visitó La Habana ocho veces y sedujo por la ponderación de su fraseo y por la acariciante delicadeza melódica que hacía suspirar a las damas. /  En México montó “No me platiques más” (Vicente arrido) y vendió un millón de discos en esos años. / Recuerdo de niño cómo de las victrolas de los bares de La Habana brotaba la voz del hijo de Rancagua interpretando “Tú me acostumbraste”, “Historia de un amor”, “Novia mía”, “La enramada”, “Amor mío”, “Amor secreto”... Pero, las consonancias de “La barca” y “El reloj”, de Roberto Cantoral, inundaban los espacios íntimos. Mi madre cantaba a dueto con Lucho Gatica en la radio: “Reloj detén tu camino / Porque mi vida se apaga / Ella es la estrella / Que alumbra mi ser / Yo sin amor no soy nada”. Lucho Gatica detenía el tiempo, su voz tentaba quietamente a las mujeres de mi casa.