Filme exhibe visión longeva del perdón

Filme exhibe visión longeva del perdón
Por:
  • martha_cotoret

La obsesión del escritor David Constantine por las relaciones de pareja y su mutación a través de los años atrapó, hace seis años, al cineasta Andrew Haigh, quien decidió llevar una versión del cuento In Another Country a la gran pantalla.

“Lo que me interesaba sobre todo era explorar una relación de larga duración, con sus dificultades y con lo que pasa bajo la superficie. El deseo, sea sexual o romántico, se manifiesta en la manera en la que nos comunicamos con la otra persona, e influencia el conjunto de nuestras vidas de manera importante. Este deseo evoluciona y puede tomar varios significados en función del tiempo que pasa. Es una parte fascinante de nuestra naturaleza humana, y un tema apasionante”, explica el guionista y director de 45 años, que se proyecta actualmente en las salas de cine del país.

Para Haigh llevar estar historia de la literatura al cine ha sido un largo proceso. Confiesa que incorporó algunos hechos a la película que no forman parte de la historia original. “En la novela, no había ninguna fiesta de aniversario de bodas y los dos personajes principales eran octogenarios, no sexagenarios”, puntualiza.

Lo que sí trató dejar intacto fue el

feeling que le transmitía la intimidad y la cercanía de los personajes principales, interpretados por Charlotte Rampling y Tom Courtenay.

En la cinta, falta sólo una semana para el 45 aniversario de bodas de Kate Mercer y, para celebrarlo, prepara una gran fiesta. La felicidad se resquebraja cuando su marido Geoff recibe una carta, en la que le notifican que el cuerpo de su verdadero amor fue hallado sin vida en los Alpes suizos. La fiesta no será lo único que está por terminar cuando Kate descubra que en el corazón de su compañero ha habitado otra persona.

Para la interpretación de estos papeles, el director no tenía claro el casting: “Cuando escribo, prefiero no pensar en actores en particular. Cuando finalicé el guión y empezamos la fase de búsqueda de financiación, Charlotte Rampling y Tom Courtenay me vinieron rápidamente a la cabeza y entraron rápido en el proyecto”.

Haigh venía de abordar la temática homosexual en producciones como Weekend y la serie de televisión Looking, que dirigió para HBO. En este film se aleja de esta tendencia, pero percibe similitudes entre las historias.

“Nunca tuve la intención de limitarme narrativamente a un cine gay o queer. Pero hay muchas similitudes entre 45 años y Weekend, ambas abordan la complejidad de las relaciones humanas. Desde este ángulo, esta película es una especie de prolongación de Weekend, incluso si los personajes tienen mayor edad y no son gays. Claro está, Weekend trataba del comienzo de una relación mientras que esta vez estamos en el final del camino, 45 años más tarde, pero lo que me interesaba era cómo una relación se forja y en qué medida los comienzos la definen”, argumenta.

En palabras de Haigh, 45 años explora la lucha de estos dos personajes para comprender lo que significa su amor. “Hay una sensación de pérdida existencial, de confusión respecto a lo que quieren, de inestabilidad de los sentimientos, de culpabilidad respecto a sus vidas, a medida que empezamos a analizar su existencia en profundidad. Es esto es lo que se acumula en el personaje de Kate. En cuanto al de Geoff, se acuerda de su pasado sin que podamos saber si es verdad o no lo que idealiza”, concluye.