Filme que retrata la pasión del genio solitario

Filme que retrata la pasión del genio solitario
Por:
  • jesus_chavarria

Hay encuentros entre actores y ciertos papeles, que parecieran obvios e inevitables, éste es uno de ellos, y aunque tardío —dada la diferencia de edad entre Van Gogh y el encargado de interpretarle—, en ese sentido no podría ser más afortunado. Así pues Willem Dafoe, otrora responsable de tomar roles que van del mesías en La Última tentación de Cristo, dirigida por Martín Scorsese, hasta el Duende Verde en Spiderman de Sam Raimi, no sólo aprovecha la evidente similitud de sus rasgos físicos y su acostumbrada capacidad en el manejo gestual;  sino que hace una minuciosa elaboración de lo que pudiera ser la psique del legendario artista holandés, recorriendo con naturalidad las transiciones, entendiendo y haciendo entender a la perfección al espectador, los matices entre los momentos más extremos de su existencia, durante su prolífica estancia de dos años en Arles, Francia. Por desgracia, el director estadounidense  Julian Schnabel —Antes que anochezca (2001)—, se recarga demasiado en la cuestión actoral, que también se enriquece con un más que convincente Oscar Isaac interpretando a Gaugin; dejándose llevar por su faceta pictórica  —tiene un ya largo y conocido recorrido en esa rama- para concertarse mucho más en la manufactura de estilizadas secuencias —, que si bien son parte de un atractivo escenario, impregnado por la obra del pintor en cuestión, éste carece de fondo y apenas conecta con el desarrollo emocional. Los diálogos por momentos caen en la literalidad, la reflexión o sugerencia, aquí brilla por su ausencia y se aleja de cualquier riesgo, dejando que todo quede en general, como una efectiva ilustración de los lugares comunes.

El Dato: Parte del elenco: Oscar Isaac, es Paul Gauguin; Rupert Friend como Theo Van Gogh y Mads Mikkelsen personifica a The Priest.

Vista por primera vez en el pasado Festival de Cine de Venecia, si algo se puede rescatar de Van Gogh en la Puerta de la Eternidad, más allá del ya mencionado desempeño de Dafoe, que le ha valido estar nominado a Mejor Actor en la próxima entrega de los premios Oscar, y hay que decir ya es suficiente razón para darse la oportunidad de ir a ver la que a final de cuentas resulta una biopic artificiosa y algo rutinaria; son los pasajes que develan el febril proceso creativo del protagonista, muy pocas veces retratado en la pantalla grande. Las pinceladas sobre los lienzos se muestran con cierta crudeza, encontrando los pocos momentos de búsqueda dentro de una película que resulta un tanto estéril. Una opción interesante y muy disfrutable dentro de los estrenos en la cartelera cinematográfica

de este fin de semana, pero nada más.