Fragmentado, la génesis de un psicópata

Luego de una fiesta de cumpleaños, tres adolescentes son secuestradas por un psicópata que sufre de trastorno de personalidad múltiple. Mientras transcurre el encierro, se van develando las oscuras intenciones del criminal, vemos la forma en que interactúan las distintas versiones del mismo, y conocemos su relación con una doctora que tiene un muy peculiar punto de vista con respecto a su mente fracturada.

En las manos de cualquier director promedio, una premisa como la anterior resultaría en una película sumamente convencional e incluso podría rayar en el humor involuntario. Sin embargo, siendo M. Night Shyamalan el responsable de escribir y desarrollar el proyecto, este no solo supera el absurdo, sino que a pesar de ciertas incongruencias –que creanme que las tiene- se convierte en un estimulante juego de suspenso, con atmósferas envolventes y hasta con cierto aire melancólico. Y es que si bien es cierto que luego de su estupenda ópera prima -la inquietante y reflexiva Sexto Sentido- su filmografía se ha sumergido en la inconsistencia, esta nunca ha dejado de ser arriesgada, atractiva e interesante, y Fragmentado –o Split, por su título original- no solo no es la excepción, sino que además funciona. Claro, esto tiene mucho que ver con que el rol principal –originalmente pensado para el estadounidense Joaquin Phoenix- recae en el escocés James McAvoy –el joven Profesor Xavier de la saga X Men-, quien aquí sale de cualquier estado de confort en el que pudiera encontrarse, para asumir un personaje complejo, que fácilmente podría habérsele ido de las manos, pero qué haciendo alarde de una gran fluidez interpretativa, lo mantiene a tono y lejos de cualquier exceso. Sin duda esa es la pieza clave para que el también responsable de La Aldea y El Protegido, recupere su mejor nivel y valiéndose de un retrato psicológico retorcido –que se extiende acertadamente a través de la joven protagonista-, entregue una historia de gran intensidad emocional que sin dejar de sorprender en los momentos necesarios, comienza desarrollándose con cierta parsimonia, para luego agarrar carrera y no perder la fuerza hasta alcanzar un final siniestro y extravagante.

Llama la atención la forma en que el director indio estadounidense, vuelve a apostar por sus acostumbrados giros de tuerca, y estos encajan a la perfección en el mecanismo general, que además posee los matices suficientes para darle una leve pero efectiva bocanada de aire fresco al género. Por si esto fuera poco, sin traicionar nunca la naturaleza del qué es un evidente vehículo de entretenimiento, logra generar cierta reflexión con respecto al asunto patológico sobre el que se construye todo, amén de que se da el lujo de recurrir a la autoreferencia, plantando puntos de conexión con el universo de una de sus películas anteriores –de hecho es la que dará origen a las secuela de ella-, algo que hará las deliciosas de los fans. Así pues, podemos decir que Fragmentado, estrenada en el Fantastic Fest de Austin (Texas), es una propuesta tremendamente Shyamaliana con todo lo que esto implica, y en el mejor sentido de la palabra.