Glass trae diversión con frágil desarrollo

Glass trae diversión con frágil desarrollo
Por:
  • jesus_chavarria

La acostumbrada inconsistencia de la filmografía de M. Night Shyamalan —El Sexto Sentido (1999), La Aldea (2004)—, vuelva a hacerse presente en uno de los estrenos más esperados de este 2019. Y es que luego de enlazar de una forma contundente y sorpresiva, su apreciada El Protegido (2000), con la estupenda y aún mejor lograda Fragmentado (2016) —algo que tardó más de 15 años en suceder—, para dar pie a un alternativo universo de superhéroes en donde el énfasis está en el perfil psicológico; entrega una película que luce cierto oficio, pero que se queda ya no digamos por debajo de las expectativas generadas a su alrededor, sino de sus propias pretensiones.

De entrada, el encuentro de David Dunn —interpretado por Bruce Willis y el único de los personajes que aparece en las tres entregas de la saga—, quien aludiendo a su fuerza sobrehumana e invulnerabilidad, se ha desempeñado como vigilante; con Kevin Wendell Crumb, quien debido a su trastorno de identidad disociativo —posee 23 personalidades diferentes—  se ha convertido en un asesino serial; que se antojaba épico, resulta intrascendente y un simple pretexto para la aparición de una mujer que es la encargada de ofrecer el discurso a través del cual se explica la teoría sobre la que se sustenta toda la propuesta.

[caption id="attachment_857883" align="alignnone" width="696"] Escena del filme con los protagonistas en un hospital psiquiátrico.[/caption]

Una exposición que, aunque gira alrededor de atractivos cuestionamientos e implicaciones, se extiende demasiado y es redundante, sobre todo cuando se conecta con la serie de referencias a los cómics que la película ofrece a través de los secundarios, estos sumergidos en situaciones excesivamente convenientes y a veces hasta forzadas, restando consistencia al ritmo y haciendo cansino el trayecto. Por si fuera poco, a partir de ahí, el ya mencionado Dunn comienza a perder peso dramático, dando al traste con la preparación del punto culminante de una trama truculenta, que incluso raya en el momento “mi madre también se llama Martha” —al más puro estilo de Batman v Supermán— y ofrece un cierre anticlimático.

Entre lo que se puede rescatar, está la declaración que el director hace con respecto a su concepto, que no deja de ser interesante y de cierta complejidad, la convicción de los actores, además de las vueltas de tuerca, en general funcionales, sobre las que apenas se sostiene todo el asunto.

Sin duda Glass representa un cierre desangelado para una trilogía que merecía y prometía mucho más, carente de la intensidad de su predecesora y de lo refrescante e ingenioso del enfoque propuesto por la primera entrega. Aún así, puede resultar entretenida para el público menos exigente y llamativa para los fans incondicionales, pero nada más.

Personajes

El elenco principal de Glass es integrado por:

Samuel L. Jackson como Elijah Price, Mr. Glass.

Bruce Willis como David Dunn.

James McAvoy como Kevin Wendell Crumb.

Anya Taylor-Joy como Casey Cooke.

Sarah Paulson como la Dra. Ellie Staple.

http://www.youtube.com/watch?v=7u5Mv2JGdI4