La carrera de una madre angustiada por el destino de su hija

La ciencia ficción cuenta con un catálogo de hipótesis apocalípticas que recorre varias teorías catastróficas entre las que podemos encontrar invasiones extraterrestres con armas futuristas, epidemias bacteriológicas que arrasan con poblaciones enteras, diversos colapsos naturales que terminan por destruir a la humanidad y, uno de mis favoritos, el famoso ataque de los muertos que, hastiados de estar enterrados  viendo crecer las flores, deciden salir de sus tumbas para alimentarse de los vivos. Después del éxito de La maldición de Hill House, Netflix vuelve a apostar por la tensión, los gritos y los asesinatos con Black summer, precuela de Z Nation, que relata el inicio de la epidemia zombi en la ciudad de Denver.

A pesar de que una y otra están relacionadas, el tono, el ritmo y la narración no tienen demasiadas similitudes. Mientras que Z Nation apostaba por lo grotesco y el humor negro, Black summer es una angustiosa carrera por llegar al estadio —el único lugar seguro que parecería haber en la ciudad—, mientras se es perseguido por zombis  corredores, desesperados y hambrientos. Aquí, la única premisa es sobrevivir; a como dé lugar y por sobre quien esté cerca, no habrá amistades que valgan ni entrecruces románticos, el instinto, aquel resabio de animalidad que aún nos queda, se volverá fundamental para defenderse del apocalipsis.

El Dato: El maestro del horror Stephen King se declaró fan: “Justo cuando crees que ya no queda más miedo en los zombis, llega esto; te cala hasta los huesos”, escribió.

A lo largo de los ocho capítulos de la serie, encontraremos algunas imágenes perdurables y varias situaciones bien construidas que harán que Black Summer se destaque por entre los cientos de producciones del mismo género. La cámara será un personaje más que hará de los primeros episodios un verdadero deleite estético con tomas arriesgadas, planos secuencia larguísimos (aunque simulados), ahondando en una narrativa propia que obliga al espectador a ver aquello que el narrador quiere exponer, dejándolo con la intriga sobre aquello que no enfoca, utilizando el fuera de plano y yendo un poco más allá de lo que gran parte de las series suele, experimentar en materia visual. Y es que es imposible negar que, sumergidos en las actuaciones y los vericuetos de las tramas, no han sido muchas las producciones que se han arriesgado a tomar decisiones poco convencionales sobre los movimientos de cámara, los planos y la narración estética de sus producciones, a excepción de algunas rarezas como Twin Peaks o Better Call Saul.

Ya es hora de empezar a ver, si es que el formato de serie realmente quiere imponerse, a creadores que puedan innovar no sólo desde lo argumental sino también desde las formas narrativas y la experimentación visual. Black summer hace un intento tibio, pequeño e incipiente, pero lo hace. El resto será una huida desesperada, una batalla campal entre muertos y vivos, y la esperanza, casi como motor único para subsistir, de llegar a territorio seguro y reunirse con sus seres queridos.

Black Summer

Creadores: Karl Schaefer y John Hyams

Género: horror y ciencia ficción

País: Estados Unidos

Año: 2019

http://www.youtube.com/watch?v=tQA1omPJN24

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