“Esas rancheras desgarradoras están próximas al flamenco”

Diego El Cigala se presenta en nuestro país con el tour Homenaje a México que incluye el nuevo fonograma Cigala canta a México (Sony Music, 2020) y conciertos en cuatro plazas: Auditorio Telmex, Zapopan, Jalisco (viernes, 29 de abril), Auditorio Nacional, Ciudad de México (jueves, 5 de mayo), Centro Cultural Teopanzolco, Cuernavaca (jueves, 12 de mayo), y Barón Balché, Ensenada, Baja California (sábado, 14 de mayo).

Gira diferida por la pandemia (2020-2022), muy esperada por los admiradores del cantaor madrileño y, asimismo, un sueño del intérprete de “Corazón loco”. El público mexicano reconoce el talento y estilo inigualable de este exaltado gitano que ha tenido apego desde siempre, con las rancheras y los boleros en colaboraciones con grandes exponentes de la escena nacional, desde Alejandro Fernández hasta la prosodia afroantillana de La Sonora Santanera.

El sentimiento que siente El Cigala por México es incondicional: muchas veces ha declarado su entusiasmo por la música, las tradiciones y sobre todo por el tequila: “Chavela me hablaba de México y de sólo escucharla yo ya estaba enamorado de los cánticos, del tequila y de sus historias; de los colores vivos, los aromas fuertes, las pasiones y de los grandes compositores del amor y el desamor, elementos muy cercanos a la patria sentimental del flamenco”, declaró en el año 2004, cuando visitó por primera vez nuestra tierra para presentar el exitoso disco Lágrimas Negras.

Fiel a las improntas del flamenco, El Cigala se impone un reto: explorar las franjas del mestizaje, como ya lo ha hecho con el bolero cubano, el tango, la salsa neoyorquina y las tonalidades del Cono Sur, en la conjunción del bolero y la ranchera con el cante jondo hispánico-gitano presente en la placa motivadora de la gira, Cigala canta a México: boleros, rancheras y mariachi en la ejecución de composiciones de José Alfredo Jiménez, Manuel Wello Rivas, Consuelo Velázquez, Alfredo Gil, Armando Manzanero, Alberto Aguilera Valadez, Federico Méndez, Roberto Cantoral y Alberto Domínguez.

“Mi único objetivo en esta gira, emplazada por la pandemia desde el año 2020, es que la gente disfrute mi propuesta, será una gala desbordada de ímpetu en la interpretación de boleros y rancheras de amores desgarrados, temática muy cercana al flamenco. Tengo muchas ganas de presentar el disco, cantar los temas que aparecen en el mismo y recurrir a otras piezas de mi repertorio, que seguro el público va pedir”, expresó en conversación vía Zoom, con La Razón, el hijo consentido del Rastro, barrio de Embajadores de Madrid.

¿De dónde viene este apego por la sonoridad musical de México? De escuchar a Los Panchos, Agustín Lara, María Grever, Pedro Infante, Pedro Vargas, Jorge Negrete, Javier Solís, Rocío Dúrcal, José José y a mi cómplice Chavela Vargas, quienes me empaparon con esas canciones: inspiración para poder ahora yo darle vida a esa música.

¿Formato instrumental que lo acompañará en el escenario? Mi pianista de cabecera Jaime Calabuch, Jumitus; Ismael Suárez, El Piraña, y otros músicos invitados. El Mariachi Vargas está de gira; pero, estará el Mariachi Gama Mil y el dueto Los Macarinos, guitarristas durante muchos años de Chavela Vargas. Habrá sorpresas de músicos que entran y salen del escenario de acuerdo a las composiciones.

¿Ausencia de una sección brass en las presentaciones? No habrá un solista de trompeta como en el disco con el oficio virtuoso del cubano Julito Padrón, pero están las trompetas del Mariachi Gama Mil.

¿Nuevas versiones de temas bajo la sonoridad de mariachi? Le propuse a Gama Mil hacer un arreglo de “Lágrimas negras” y de “Corazón loco” y están trabajando en eso, será una de las sorpresas: piezas emblemáticas de mi repertorio, que hicimos Bebo Valdés y yo, llevadas a los terrenos del mariachi. Va a sonar espectacular. Sollozos y pañuelos cuando cantemos “Se me olvidó otra vez”, un tema que si no lo hago me aniquilan a la salida.

¿Tránsito ‘camaleónico’ por la música cubana, el tango, el Cono Sur, la salsa y ahora México? Empecé con Bebo Valdés y después con Guillermo Rubalcaba; la música cubana entró en mi corazón con Changuito, Tata Güines y Los Van Van. Metí en un estudio a los veteranos de la Fania para interpretar “El Ratón” de Cheo Feliciano. Canté el Romance de la Luna Tucumana y tangos con Néstor Marconi. Ahora voy a México a rendirle homenaje a su música con esas rancheras desgarradoras tan próximas a la tierra íntima del flamenco.