Spiderman de regreso a casa, un arácnido conveniente para conquistar la taquilla

Más allá de lo bien o mal logradas que puedan estar cada una de sus películas, si algo ha sabido hacer Marvel, es crear a través de ellas, un universo fílmico congruente y muy atractivo para el público.

Se ha tomado su tiempo para ir acomodando las piezas, de modo que las franquicias puedan crecer por separado, pero encajen perfecto dentro de la maquinaria general. Es precisamente en ese sentido, que esta tercera versión para la pantalla grande del buen Spiderman, que además se presenta como una especie de crossover -pues los derechos sobre esta franquicia los tiene Sony-, funciona. Y es que ya sin la sin necesidad de tener que iniciar presentándolo desde cero -es más que conocido su origen-, el otrora director de The Clown, se concentra en delinear con cuidado los rasgos que definen su contexto -esta vez extremadamente adolescente-, incluida la relación con sus familiares y amigos, y por supuesto el lugar que le corresponde en un mundo en donde deambulan dioses, extraterrestres y demás seres extraordinarios.

Del mismo modo, la disyuntiva de tener que elegir entre dejarse consentir por el sistema -representado por Iron Man y los Vengadores- y seguir las reglas que este le impone, o mantenerse como un superhéroe clandestino, aquí resulta ser un conflicto muy conveniente y hasta interesante para el personaje, encarnado por un Tom Holland que no solo cumple, sino que lo hace suyo por completo. Claro que la gran fortaleza interpretativa, está en el supervillano, que se convierte en el mejor logrado de todos los que se han visto en las películas del arácnido, gracias a que desde un inicio sus motivaciones son claras y el veterano actor Michael Keaton, evitando cualquier tipo de excesos, logra darle una enorme profundidad y matices, con un desarrollo consistente que termina por sorprender con la transición posterior a lo que habrá de ser la gran vuelta de tuerca de la película.

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Es una lástima que todo lo anterior, redunde en la transgresión de uno de los rasgos más importantes y característicos de la célebre creación de Stan Lee. Nos referimos al sentido de tragedia que siempre le ha acompañado y que está vez brilla por su ausencia. A este arácnido el melodrama no se le da y las cosas le salen bien sin demasiadas complicaciones. Se trata de la versión más ligera del personaje, una qué ciertamente resulta ideal para su inclusión definitiva dentro del universo fílmico propiedad de Marvel Disney, pero que diluye demasiado aquello que sustentaba todo el concepto. Aún así, la realización en términos generales es impecable, las escenas de acción son dinámicas, está llena de momentos divertidos y juega bien con los códigos del cine para adolescente, amen de qué los aciertos que mencionamos de inicio son innegables. Esta claro que Spiderman Homecoming, aunque no dejará del todo satisfechos a los verdaderos fans del arácnido -es decir aquellos que le conocen más allá del cine-, al público en general le va a encantar.