Una historia sólo para fans

Una historia sólo para fans
Por:
  • jesus_chavarria

Luego de un inesperado cambio de director que terminó por dejar el proyecto en manos del artesano fílmico Ron Howard —inicialmente serían Phil Lord y Chris Miller— , llega a la cartelera el segundo spin off de la saga cinematográfica más exitosa y representativa de Hollywood, que ha diferencia de su predecesora —la estupenda Rogue One— tenÍa ante sí un reto más grande que por desgracia no logra superar. Y es que no es lo mismo elaborar una aventura con base en un episodio muy referido pero pocas veces visitado y con protagonistas apenas esbozados, que trabajar con un personaje emblemático y apreciado por el público, lo que por supuesto delimita demasiado las posibilidades y exige rasgos muy  específicos.

Así, Solo: Una Historia de Star Wars se ubica antes del encuentro del célebre Han Solo con Skywalker y los miembros de la Alianza  Rebelde, y se enfoca en el camino que le lleva a salir de su planeta natal Corellia, para convertirse en un célebre contrabandista. En las manos del otrora responsable de producciones como A Beautiful Mind (2001) y Código Da Vinci (2006), aquellos momentos que se prometían épicos,  en su primera mitad resulta bastante genérica y a veces al borde del desastre, endeble a la hora de hilvanar las motivaciones de los personajes y las relaciones entre los mismos .

El Dato: Se estrena el mismo día que La guerra de las galaxias (1977).

Esta vez el oficio de la manufactura no compensa la evidente falta de propuesta y compromiso, que deja que se pierdan entre el “sí cuento, pero en realidad sólo ilustró y no cuento nada”, momentos importantes no sólo para la franquicia, sino para los propósitos de la película por sí misma, tales como la aparición de personajes entrañables —que no dejan de serlo, hay que decirlo— dígase Chewbacca y Lando Calrissian, o el Halcón Milenario. Es precisamente hasta que ésta célebre nave se convierte en uno de los escenarios, que la aventura comienza a funcionar y para suerte de los fans, a parecerse más Star Wars. Cobran sentido las implicaciones del contexto intergaláctico social convulsionado por la formación de un imperio despiadado y hay consecuencias.  Sobra decir que el actor Alden Ehrenreich llevando el papel principal se queda bastante corto en su intento por ponerse a la altura del Han Solo de Harrison Ford, el cinismo y patanería encantadora que le caracterizaban aquí brillan por su ausencia. No así en el caso de Donald Glover quien se muestra capaz de darle réplica a los aires de tramposo seductor clásico que Billy Dee Williams imprimió en el ya mencionado Calrissian, convirtiéndose en uno de los pocos aciertos de la película. Una trama que por supuesto se reserva un par de giros que pegan a la nostalgia, un tanto tramposos pero bastante efectivos que harán las delicias de los fans, salvan de la quema esta inconsistente película.

Gráficos e ilustración Luisa Ortega y Norberto Carrasco

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