Importancia del agua y sus alertas

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), “el agua está en el epicentro del desarrollo sostenible y es fundamental para la socioeconomía, la energía, la producción de alimentos, los ecosistemas y para la supervivencia de los seres humanos. También forma parte crucial de la adaptación al cambio climático, y es un decisivo vínculo entre la sociedad y el medioambiente. Es, además, una cuestión de derechos”.

En el prólogo del documento Progresos en el nivel de estrés hídrico. 2018. Valores de referencia mundiales para el indicador 6.4.2 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (mejor conocida como FAO) y ONU-Agua, el estrés hídrico se define como la proporción de agua que extraen todos los sectores en relación con los recursos hídricos disponibles. En este sentido, alertan que el promedio mundial de esta proporción es de 13 por ciento y que esta demanda de agua afecta a todos los continentes, compromete la sostenibilidad y limita el desarrollo económico y social.

El texto precisa que 32 países, entre los que se encuentra México, sufren un estrés hídrico de entre el 25 y 70 por ciento; 22 países se sitúan por encima del 70 por ciento, que se califica como estrés grave; en 15 países la cifra supera el 100 por ciento y, de ellos, cuatro presentan un estrés hídrico superior al mil por ciento.

En este panorama, la ONU asegura, entre otras recomendaciones, que es posible reducir el estrés hídrico; por ejemplo, mediante la mejora del uso eficiente del agua.

Así lo entiende, y en ello ha centrado sus esfuerzos, el gobernador del Estado de México, Alfredo Del Mazo Maza, a través de la Comisión del Agua de la entidad (CAEM).

Este organismo descentralizado que depende sectorialmente de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Obra (Seduo), se encarga de gestionar adecuadamente los recursos hídricos estatales para lograr que su acceso sea asequible y equitativo para las familias mexiquenses que viven en las grandes ciudades o en las comunidades rurales; además, para garantizar la protección de este recurso natural, articula acciones con los tres órdenes de Gobierno.